Cooperación Internacional
Iniciativas propuestas para enfrentar la pandemiaPNUD divulga resultados de encuesta sobre situación de comunidades indígenas frente al Covid-19
ENSEGUNDOS/Panamá.- En Panamá, los territorios indígenas están distantes de la urbe capitalina. La encuesta se realizó en más de 20 comunidades de las provincias de Darién y Panamá (Área Este), 2 Comarcas y 5 territorios indígenas.
El Programa de Pequeñas Donaciones del FMAM (PPD) en Panamá implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en alianza con el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), realizó la encuesta ‘Situación de las Comunidades COVID-19’, en la que se destaca información sobre las preocupaciones y necesidades de las personas que habitan en las comunidades asociadas al programa.
La encuesta, que fue elaborada a finales de marzo se realizó a través de llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp a más de 100 contactos, de 21 proyectos comunitarios en ejecución en las zonas.
El objetivo de la encuesta es monitorear y registrar cómo se encuentran las iniciativas comunitarias, frente a los impactos de COVID-19, para conocer de primera mano las necesidades locales específicas a corto, mediano y largo plazo de las poblaciones y poder revisar si se requerirán reprogramar acciones para lograr las metas que se habían establecido en el programa.
Jessica Young, gerente de Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del PNUD en Panamá, señaló que mientras afrontamos la etapa de emergencia, es fundamental prepararse también para la fase de recuperación ‘reconstruir mejor’ y de forma sostenible.
“Por eso estamos desarrollando análisis rápidos sobre el impacto de las medidas frente a COVID-19 en comunidades cuyos medios de vida dependen de los recursos naturales y ecosistemas sanos como turismo sostenible, agroforestería, pesca artesanal y de subsistencia; manejo forestal, cosecha de agua; entre otros”, expresó.
En tanto, Beatriz Schmitt, coordinadora nacional del Programa de Pequeñas Donaciones, compartió que las comunidades han priorizado mantener los objetivos de conservación y uso sostenible de los recursos naturales tal y como lo habían diseñado dado que reconocen que sus medios de vida necesitan de bosques saludables, suelos fértiles, fuentes de agua, semillas, entre otros.
Son comunidades en áreas rurales e indígenas que necesitan enfrentar la crisis en el corto plazo, con apoyo para el momento actual, por lo que impulsamos sinergias con el fortalecimiento de redes junto a aliados que también trabajan en el nivel local: Brigadas Globales, Futuro Nativo, Rainforest Alliance, Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP) y el Congreso Wounaan.
Los datos recabados, como por ejemplo las soluciones que ya están implementando propuestas de autoridades indígenas, o directamente por las mismas comunidades, la identificación de recursos disponibles en la comunidad, sus necesidades inmediatas (marzo-junio), necesidades a mediano plazo (junio-diciembre), necesidades a largo plazo (año 2021) y si han sido beneficiados-as de los programas de Gobierno como Panamá Solidario, son parte de la información recolectada de viva voz por los representantes de las organizaciones de base comunitaria y ONG que operan en el territorio.
Los datos proceden de 20 comunidades, que pertenecen a 4 municipios, 2 provincias, 2 Comarcas y 5 territorios indígenas.
La encuesta evidenció que las comunidades cuentan con recursos como siembra de arroz y frijoles y tienen posibilidad de pesca y que a corto plazo requieren prioritariamente abastecimiento de algunos productos alimenticios básicos y de limpieza.
Además, que a mediano plazo solicitan que las autoridades y médicos den seguimiento a las necesidades de la comunidad y ofrezcan atención médica para evaluar a la población.
Mientras que a largo plazo requieren apoyo para dar continuidad con los proyectos sociales, económicos y ambientales que impulsan la economía local y ser más independientes de los subsidios gubernamentales. (Ver cuadro adjunto).
“El PNUD trabaja, junto al Sistema de las Naciones Unidas, acompañando a las autoridades nacionales en la respuesta al COVID-19. En conjunto, difundimos entre la población mensajes de autocuidado y formas saludables de afrontar la cuarentena, respeto a los derechos y atención a poblaciones vulnerables.
Lo cierto es que esta crisis nos afecta a todos de manera diferenciada y es en las comunidades más vulnerables donde se visibilizan más las desigualdades; pero es también allí donde surgen las mejores maneras de hacer frente a la situación. Darién y Panamá Este están dando un ejemplo claro en el manejo de la situación con participación comunitaria.
La asistencia del PNUD contribuirá a garantizar que las respuestas sean integrales, equitativas e inclusivas para no dejar a nadie atrás”, manifestó Linda Maguire, representante residente del PNUD en Panamá.
Cada país necesita actuar de inmediato para prepararse, responder y recuperarse. El sistema de la ONU apoya a los países en cada etapa, con un enfoque en los más vulnerables.
Reines Amet Rodríguez
La CIDH alerta sobre la especial vulnerabilidad de los pueblos indígenas frente a la pandemia de COVID-19 y llama a los Estados a tomar medidas específicas y acordes con su cultura y respeto a sus territorios
ELDEBER.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a través de un comunicado, instó a los distintos Gobiernos a adoptar medidas para proteger el derecho a la salud de los pueblos indígenas ante el brote de coronavirus.
Se hizo énfasis en que se debe brindar protección a aquellos pueblos que se han aislado de manera voluntaria ante los riesgos que implica para sus habitantes la exposición a este virus que ha acabado con la vida de miles de personas en todo el mundo.
“La Comisión ha advertido a los Estados en distintas oportunidades sobre los riesgos crecientes que afrontan los pueblos indígenas en la región, especialmente, respecto a los conflictos territoriales y ambientales asociados a las actividades extractivas», dice parte del documento.
CIDH/Washington D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el marco de su Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada a la crisis en relación con la pandemia del COVID-19 (SACROI COVID-19), urge a los Estados a enfrentar el grave riesgo en el que se encuentran los pueblos indígenas y a adoptar medidas urgentes para proteger el derecho a la salud de esta población.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
Lecciones indígenas de resiliencia frente a la pandemia por la Covid-19
UNESCO/México.- Experiencias de mujeres mixtecas de San Martín del Río, Huajuapan de León, Oaxaca, sobre la forma en que las comunidades indígenas resisten a diferentes problemáticas de salud, recurriendo a la herbolaria y la medicina tradicional, mientras acuden a los centros de salud que, en muchas ocasiones, están a la distancia. Frente a la pandemia por la Covid-19, las comunidades indígenas nos brindan lecciones de resiliencia.
¡Sigamos unidas y unidos!
Este video forma parte de Unesco México Reúne, una iniciativa para visibilizar las acciones colectivas en el país frente a la pandemia por la Covid-19, a través de la ciencia, la educación, la información y la inclusión. Visita: https://bit.ly/3aEti0a
Respeto al duelo de las familias de las personas fallecidas en la Pandemia del COVID19
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llama a los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a respetar y garantizar los derechos de familiares de las personas fallecidas en el marco de la pandemia de la COVID-19, permitir los ritos mortuorios de manera adecuada a las circunstancias y, con ello, contribuir a la preservación de su memoria y homenaje. Asimismo, la CIDH urge a los Estados a adoptar medidas que permitan la identificación de las personas fallecidas y la trazabilidad de los cuerpos, así como garantizar la investigación de las muertes potencialmente ilícitas, asegurando el derecho a la verdad, justicia y reparación de sus familiares.
Según la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en cifras actualizadas al día de 23 de abril, como resultado de la pandemia de la COVID-19 a la fecha han fallecido más de 47.812 personas en el continente americano. Varias de estas muertes han ocurrido en aislamiento hospitalario, o bien, en sus residencias, sin conocimiento o posibilidades de acceso de sus familiares, lo que ha dificultado la entrega oportuna de los cuerpos o, en algunos extremos, estos han sido directamente cremados o sepultados, cuando no son reclamados. Se ha conocido a su vez sobre extensas demoras en la entrega y sepultura de los restos mortales debido, entre otros factores, a la gran cantidad de personas fallecidas, dificultades administrativas para el otorgamiento de actas de defunción, la fragilidad de los servicios funerarios que obstaculizan la transportación, así como las dificultades para ser recibidos por los cementerios debido a su saturación. Este atraso, y en algunos casos, el colapso de los servicios funerarios, ha ocasionado que las familias saquen a sus seres queridos de sus domicilios a las calles debido a la descomposición y el temor a ser contagiadas.
Adicionalmente, la CIDH ha recibido información sobre diversas restricciones para la celebración de funerales. Asimismo, según información proporcionada por organizaciones de la sociedad civil, la aprobación de normas que flexibilizan los protocolos de registro y entierro o sepultura individualizada, así como la falta de recursos para el funcionamiento y protección de los agentes de los servicios forenses estarían perjudicando la adopción de las debidas diligencias en la investigación de muertes potencialmente ilícitas. En particular, la Comisión ha sido informada que no se estarían observando las obligaciones internacionales respecto al registro, notificación de los familiares e investigación de las personas fallecidas en instituciones de privación de libertad. Estas situaciones incluyen al personal de salud, y a personal de las fuerzas de seguridad que han contraído el virus en virtud de su labor.
La Comisión observa con preocupación que situaciones como las indicadas, impactan en las condiciones necesarias para la preservación de la memoria y de homenaje a las personas fallecidas, cuyo trato digno es inherente a su condición humana y esencial en respeto a los vínculos y lazos existentes entre sus familiares y personas más cercanas. Dicha situación puede ser además especialmente grave, cuando no es conocido el paradero de la persona fallecida y los restos son cremados o los entierros realizados sin una debida identificación. Al respecto, la CIDH ha reconocido en diversos casos que las dificultades que tienen los familiares para enterrar a sus muertos es un hecho que impacta en su derecho a la integridad personal, ocasionando angustia y un mayor sufrimiento. La Comisión ha considerado que la posibilidad de sepultar a los familiares fallecidos de acuerdo a sus creencias, aporta un cierto grado de cierre al proceso de duelo, contribuyendo a mitigar las secuelas del trauma, luto y dolor.
Asimismo, la CIDH resalta que los obstáculos para que los familiares puedan despedir a sus parientes de conformidad con sus propias creencias, ritos y costumbres, genera un profundo dolor e imposibilidad de duelo. La Comisión recuerda que la muerte se relaciona en algunos casos con profundas elaboraciones simbólicas y religiosas, y que, por lo tanto, el culto o rito mortuorio adquiere una importancia fundamental para que las personas puedan realizar más fácilmente el duelo y reelaborar sus relaciones con la persona difunta. La Corte Interamericana ha señalado que los restos mortales de una persona merecen ser tratados con respeto y que se reconozca el valor que su memoria tiene para sus seres queridos. Agrega, que el conocimiento del paradero de los restos y su entrega a los familiares permite cerrar el proceso de duelo y sepultarlo de acuerdo con sus creencias.
Asimismo, el Sistema Interamericano ha reconocido que la libertad de conciencia y religión permite que las personas conserven, cambien, profesen y divulguen su religión o sus creencias. Según ha sido interpretado por la Corte Interamericana, “este derecho es uno de los cimientos de la sociedad democrática. En su dimensión religiosa, constituye un elemento trascendental en la protección de las convicciones de los creyentes y en su forma de vida”. En particular, en casos relacionados con comunidades indígenas y afrodescendientes, tanto la Comisión como la Corte Interamericana han estimado que la imposibilidad de realizar los rituales fúnebres o de acudir a los sitios sagrados constituyen serios obstáculos a su cosmovisión y religiosidad, que afectan severamente su identidad e integridad cultural.
Por otra parte, la CIDH observa que el derecho a la vida privada y familiar establece la prohibición de injerencias arbitrarias en dichos ámbitos, los cuales son parte esencial de la personalidad de los individuos, ligados a la individualidad específica, así como en la forma en que se relaciona una persona con los demás, a través del desarrollo de vínculos en el plano familiar y social. Tal y como lo ha reconocido, la Corte Europea, la manera en que se trata el cuerpo de un familiar fallecido, así como los problemas relacionados con la capacidad de asistir al entierro y rendir homenaje a la tumba de un familiar pueden constituir interferencias a la vida privada y familiar. La Corte Europea ha analizado en diversas ocasiones la responsabilidad de los Estados cuando los cuerpos son enterrados antes de que los familiares sean informados de las muertes de sus familiares o de los lugares y momento en que tendrá lugar el entierro, o bien, cuando existen demoras irrazonables o injustificadas en la entrega de los cuerpos.
Si bien la región y el mundo en general, enfrenta una situación de emergencia, la Comisión recuerda que tal y como lo indicó en su Resolución 1/2020 “Pandemia y Derechos Humanos” los Estados se encuentran obligados a respetar y garantizar los derechos humanos sin discriminación alguna. Aun cuando válidamente se podrían limitar algunos derechos con el fin legítimo de salvaguardar la salud, los Estados deben asegurar que tales medidas cumplan con el principio de legalidad, y no resulten innecesarias y desproporcionadas y asegurar la supervisión de la implementación efectiva de sus obligaciones.
La Comisión valora la información recibida que indica que, con la finalidad de evitar incurrir en afectaciones a los derechos humanos en este contexto, algunos Estados han emprendido acciones de coordinación con los hospitales para facilitar el registro de las personas enfermas en bases de datos que contribuyan a su identificación, localización y, en caso de fallecimiento, sea más fácil el contacto con los familiares. Asimismo, reviste especial importancia la prohibición de incineración de los cuerpos sin una adecuada identificación, aun cuando no sean reclamados por sus seres queridos. En tales casos, la CIDH ha conocido que algunos Estados han prohibido la inhumación de personas fallecidas por COVID-19 en fosas comunes generales y han destinado el uso de fosas específicas para casos sospechosos o confirmados de COVID-19, que posteriormente faciliten su identificación y localización. Lo anterior, en conjunto con un registro detallado e individualizado de personas fallecidas en el contexto de la pandemia. También la Comisión ha conocido de medidas adoptadas en el ámbito de los servicios funerarios que permiten a los familiares continuar realizando los velatorios bajo una serie de especificidades que incluyen un horario reducido y un menor número de personas con la finalidad de asegurar un adecuado distanciamiento social, según sea determinado por las autoridades de salud con base en la evidencia científica disponible. La CIDH resalta la importancia que se respete la voluntad de los familiares respecto a la ubicación final de los cuerpos.
En este sentido, la Comisión hace un llamado a que los Estados aseguren que tanto en los servicios sanitarios como funerarios actúen de conformidad con las obligaciones que establece el derecho internacional tanto en la debida identificación de los restos de las personas fallecidas, la localización y trazabilidad de sus restos, y garantizar el carácter gratuito y la celeridad administrativa en este tipo de procedimientos. Con ello, la CIDH considera que los Estados contribuirán asimismo a garantizar preservar la memoria, trato digno y homenaje de las personas que han muerto como resultado de la pandemia.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
UNPFII. Consideraciones sobre Pueblos Indígenas y COVID-19
Según el Foro Permanente de NNUU para Asuntos Indígenas, las medidas sobre el COVID-19 aplicadas en los territorios indígenas deben ser culturalmente apropiadas y complementarse con información precisa y confiable disponible en lenguas indígenas.
ACCEDA AL DOCUMENTO PUEBLOS INDIGENAS Y LA PANDEMIA DEL COVID-19: CONSIDERACIONES
Nuevo Informe de NNUU
NNUU.- En este nuevo informe de las Naciones Unidas, los pueblos indígenas son citados como una de las poblaciones en riesgo que experimentan y requieren el mayor grado de marginación socioeconómica en la respuesta inmediata del Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas.
ACCEDA AL INFORME A UN FRAMEWORK FOR THE IMMEDIATE SOCIO-ECONOMIC RESPONSE TO COVID-19
SICA llama a más integración y a fortalecer la cooperación para enfrentar el COVID-19
NEWSINAMÉRICA/Centroamérica. En medio de un proceso de integración fortalecido, los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana reaccionaron de una forma eficaz y oportuna para contrarrestar la pandemia del COVID-19; así lo expresó el Secretario General del SICA, Vinicio Cerezo, en la Reunión de Altas Autoridades del Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC), de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Secretario Cerezo destacó la oportuna reacción de los Jefes de Estado y Gobierno de los ocho países miembros del SICA, así como el trabajo coordinado y articulado de las Secretarías, los consejos ministeriales e instancias del Sistema para diseñar el Plan de Contingencia Regional, Centroamérica Unida contra el Coronavirus, aprobado por más de US$1,900 millones, que actualmente se está ejecutando y que vino a complementar las acciones de cada país.
Ante este escenario de crisis sanitaria, a la que también se suman los problemas derivados de ésta en el tema económico, financiero y social, también salió a flote la necesidad de apresurar los pasos para transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo. Así lo expresó el Secretario Cerezo.
“Incluso antes de la crisis de #COVID19 hemos insistido en la necesidad de un nuevo modelo para el desarrollo de la región, la pandemia acelera esa necesidad y hace imperativa una reactivación económica verde, incluyente, sostenible, con fortalecimiento del Estado y mayor cooperación e integración regional. Las crisis también son oportunidades, hay una responsabilidad enorme, sobre todo de aquellos que toman las decisiones, para reescribir las páginas de la historia de la región centroamericana”, ha insistido el Secretario General Cerezo en diferentes espacios de carácter internacional, y que reiteró en este espacio ante la OEA.
Este encuentro de alto nivel busca tener una dimensión global de cómo se enfrenta la crisis en los países de América Latina y El Caribe desde diferentes ámbitos, así como el intercambio de propuestas de cómo continuar afrontando la Pandemia no solo desde el enfoque sanitario, sino las consecuencias de ésta en lo económico, financiero, social, las cuales están impactando en grupos vulnerables como los pueblos indígenas, las mujeres, los niños, y en sectores relacionado a la actividad económica como las MIPYMES, entre otros.
Explicó que el Plan de Contingencia ha permitido trabajar en tres grandes líneas: para la contingencia de salud y ayudar a los países a construir infraestructura hospitalaria; hacer compras conjuntas de medicinas para disminuir los costos y negociar con mayor capacidad con las grandes empresas farmacéuticas; y también permitir el mantenimiento del comercio en Centroamérica.
Como parte de los retos, aseguró que el Plan debe conducir a una tercera fase que es impulsar e implementar las relaciones con otros sectores de la sociedad. “Hemos llegado a la conclusión de que esta pandemia debe ser enfrentada no solo por los Estados, sino que se debe de tratar de organizar un movimiento societario, en donde la empresa privada, la comunidad misma, los trabajadores entiendan que tenemos que cumplir con una serie de pequeñas y grandes obligaciones con cada sector para que funcionen las medidas de los Gobiernos”, dijo.
Finamente, el Secretario General del SICA calificó estos encuentros como fundamental para conocer lo que se hace en todas partes del mundo y repicar las buenas prácticas; así como saber que existe una comunidad internacional que está preocupada por los problemas que actualmente enfrenta la región centroamericana.
El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, valoró el intercambio de experiencias e ideas que se han dado en diferentes espacios y plataformas, ya que las considera muy valiosas para ese organismo. Aseguró que ese intercambio ha sido útil para la OEA y ha permitido tener una dimensión hemisférica de las acciones y esfuerzos ante el COVID-19; que conlleve a dar una mejor respuesta a las situaciones que surjan post-COVID-19, ya sean económicas, sociales, de derecho, de democracia y de seguridad.
“Obviamente el tema del COVID es prioritario para nuestros países. El trabajo conjunto de autoridades de CARICOM, del SICA, de la SIECA, ellos son fundamentales para continuar nuestro trabajo”, dijo Almagro, quien dirigió la reunión del GTCC.
En la Reunión participaron el Secretario General de la OEA, Luis Almagro; el Ministro de Relaciones Exteriores de Perú y Presidente de las Cumbres de las Américas, Gustavo Meza-Cuadra; la Directora de la OPS, Carissa Etienne; la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena; el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Humberto López; el Secretario General del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Víctor Rico; Nestor Méndez, ASG; el Asesor Especial de la Dirección General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura Instituto Interamericano de Agricultura (IICA), Jorge Werthein; la Secretaria General de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), June Soomer; el Director Regional de la OIT para la America Latina y el Caribe, Vinicius Pinheiro; el director regional de PNUD, Luis Felipe López Calva; jefe de la Unidad de Comercio e Inversión del Banco Interamericano de Desarrollo, Fabrizio Opertti; y el Jefe de Misión de la OIM, Luca Dall-Oglio.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe
FILAC y FIAY desarrollan Tercera reunión virtual de la Plataforma Regional Indígena
FILAC. La reunión estuvo dirigida por la Presidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), Dra. Mirna Cunningham y el Coordinador General del Foro Indígena del Abya Yala (FIAY), Jesús Amadeo Martínez, sobre una agenda enmarcada en tres puntos principales: Un reporte de lo avanzado desde la última reunión. La presentación de dos documentos: El documento conceptual que define la plataforma y el borrador del Primer Informe de afectación del COVID-19 en los Pueblos Indígenas de la región. Presentación de los indicadores y procedimiento para un Sistema de Monitoreo.
Participaron en la reunión los líderes de redes de Pueblos Indígenas internacionales, así como más de treinta organizaciones nacionales con la voluntad común de consolidar un espacio de coordinación y articulación de acciones a nivel regional y subregional, para llamar la atención de los gobiernos y la sociedad sobre la necesidad de adoptar medidas urgentes para atender las necesidades de los Pueblos a los que representan.
Después que el equipo del FILAC informó del cumplimiento de los acuerdos de la segunda reunión, y se presentaron los documentos mencionados, los representantes de las redes y organizaciones indígenas participantes presentaron sus observaciones y propuestas para enriquecer sobre todo el borrador del Primer Informe. Las propuestas coincidieron en: “Revisar los conceptos que se utilizan en el Informe. Resaltar los Protocolo interculturales que están llevando adelante los Pueblos Indígenas, tanto en el tema de prevención, como de atención. Tomar en cuenta el enfoque de derechos, desde la visión de los impactos de la pandemia, sobre todo en el ámbito de la Educación. Encontrar un espacio para visibilizar los avances o aportes que se hace desde lo científico”
De la misma manera, se presentaron los avances sobre la metodología e indicadores que se están utilizando para recabar información para el Sistema de Monitoreo. Al respecto los participantes coincidieron en la necesidad de definir tanto la unidad mínima de análisis, como los indicadores que se quieren medir, entre otros aspectos.
Al concluir la reunión se acordó recibir las inquietudes y sugerencias durante esta semana, para consolidar los documentos y antes de fin de mes, presentar este Primer Informe a los gobiernos de la región.
Migrantes y comunidades indígenas son sectores más vulnerables ante COVID-19: ONU
En una rueda de prensa virtual, junto a representantes de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en México, Antonio Molpeceres, afirmó que ésta «es una de las poblaciones más olvidadas del país, nos preocupa en estos tiempos».
Aseguró que, para la ONU, los pueblos originarios e indígenas son un tema que «nos tiene bastante preocupados», ya que la información respecto a la COVID-19 «no les está llegando, y no les está llegando de la forma correcta».
En esa línea, señaló que en la frontera norte los mexicanos migrantes en Estados Unidos están siendo retornados y no hay una adecuada atención médica en medio de la enfermedad que en México va aumentando, al grado de que el lunes fue declarada en su fase 3.
«Los migrantes son de las poblaciones más vulnerables del país. Observamos con cierta preocupación la frontera norte del país, los mexicanos que están siendo retornados, y es muy importante que ese grupo reciba atención médica y las pruebas que son necesarias», abundó.
Ante dichos problemas, el experto destacó que la ONU trabaja para cooperar con las autoridades mexicanas a fin de atender a esos sectores «vulnerables».
Comentó que en lo referente a las comunidades indígenas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) trabajará de la mano con las radios comunitarias para traducir a lenguas originarias la información correspondiente al nuevo coronavirus.
En tanto, anunció que la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha enviado personal para recibir a los retornados por la frontera norte, además de que gestiona la compra de equipos médicos, con lo que se espera que «podamos por lo menos colaborar con las autoridades en ese sentido».
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha continuado con las deportaciones en medio de la pandemia, y autoridades de México y Guatemala han detectado migrantes contagiados, entre ellos uno que causó un brote en un albergue migrante en la frontera mexicana.
Hasta el momento, México registra 9.501 casos confirmados del virus, y 857 víctimas mortales.
BID en respuesta al Coronavirus
Banco Interamericano de Desarrollo crea plataforma que permita desarrollar soluciones rápidas e innovadoras para superar los efectos del COVID a nivel social, sanitario, económico y fiscal.
Cuenta con recursos no solo del Grupo BID, sino de instituciones en la vanguardia de la lucha global contra el virus.