SEMANARIOUNIVERSIDAD/CostaRica.- Las imposiciones de las autoridades de Salud y una mala comunicación con los pueblos indígenas podrían provocar problemas de salud en esta población, así lo señalan los investigadores de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Ali García y Alejandro Jaén, en la reflexión “Medicina bribri: prácticas culturales relativas a la medicina tradicional”.
La preocupación de los investigadores García y Jaén nace a raíz del abordaje que mantiene el personal de salud en estos territorios indígenas; situación que se suma al aumento en la cantidad de contagios que se viene dando en estos territorios, la cual asciende a 86.
“Se puede entender que la mala comunicación e imponer su forma de ver, o sea, solo una dirección, es perjudicial para la otra parte. Los indígenas casi se extinguen en el mundo porque siempre se manejó la idea de que la medicina occidental es suficiente para todo el mundo”, destacó García a UNIVERSIDAD.
De esta forma, los indígenas terminan convirtiéndose en depositarios de conocimientos occidentales, que no solo entienden mal, señala García, sino que cuando se trata de aplicarlos de manera práctica, establecer y seguir protocolos, los resultados no son nada esperanzadores y en algunos casos son desastrosos.
García destacó, también, que las autoridades llegan a los territorios indígenas y recomiendan el lavado de manos y el uso del alcohol en gel; sin embargo, en estos lugares no se utiliza alcohol en gel y muchas veces ni siquiera tienen agua potable.
“Los pueblos indígenas tienen una forma diferente de ver la medicina, la enfermedad y el tratamiento. Llegan las instituciones del Estado y les dicen que tienen que hacer ciertas cosas como lavado de manos y usar alcohol en gel, y esto no se puede hacer. No se mide la posibilidad de informar correctamente”, agregó.
Otro de los problemas que visualizan los investigadores es que el personal de salud, que atiende a los indígenas, no sabe hablar la lengua de estos pueblos, lo que también se convierte en una barrera para comunicarse.
García añadió que mucha de la ayuda que llegó a los territorios indígenas ha propiciado la propagación del virus. Este es el caso de Salitre, una zona de difícil acceso, ubicada en Buenos Aires de Puntarenas, donde ya se contabilizan varios casos de COVID-19.
Para mejorar el abordaje sanitario, en estos territorios indígenas, los investigadores proponen partir de los conocimientos médicos ancestrales de los pueblos bribri y cabécar, no solo para mejorar la comunicación, sino también para favorecer el proceso de construcción de conocimientos compartidos y la reformulación de la interpretación de conceptos médicos en territorios pluriétnicos o pluriculturales.
“Es claro que, a la luz de esta pandemia, algunos de los conocimientos de los pueblos bribri y cabécar, tienen una enorme validez, porque nos permite adentrarnos en otra forma de ver el mundo, otra forma de ver la salud y la enfermedad, en pueblos que, con anterioridad, enfrentaron una enorme catástrofe demográfica y, guardaron prácticas culturales, para defenderse de las enfermedades infecciosas”, destacan los investigadores.
A esta recomendación se suma la idea de extremar el cuidado de los productos u objetos que se llevan a estas poblaciones, los cuales podrían estar provocando un contagio de las poblaciones.
Actualmente, casi todos los territorios indígenas utilizan portones en sus entradas (Ver nota: Un portón “protege” al territorio indígena Bribri del COVID-19), los cuales tienen como objetivo proteger a las comunidades del COVID-19. En ese lugar, miembros de las Asociaciones de Desarrollo del Territorio Indígena toman la temperatura a las personas que desean ingresar y preguntan si presentan algún síntoma de la enfermedad.
Abordaje CCSS
La coordinadora del Programa de Normalización para la Atención a la Salud de los Pueblos Indígenas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Kennia Quesada, externó que, desde que inició la pandemia, distintas autoridades gubernamentales se han enfocado en la prevención y atención de estas poblaciones.
“De ahí salió un plan de trabajo, la gran sombrilla, que definió los lineamientos del Ministerio de Salud. Se definieron acciones para trabajar conjuntamente”, mencionó Quesada.
La coordinadora destacó que un lineamiento importante es la valoración de los indígenas en zonas de difícil acceso, el cual incluye el traslado aéreo del personal de salud y del paciente.
Según datos de la CCSS, a la fecha se han tamizado 397 personas de etnia indígena, de los cuales 86, entre los 0 y 72 años de edad, resultaron positivos; es decir, un 21,6%.
Los pueblos indígenas, que reportan la mayor cantidad de casos positivos, son los Ngöbes con 35 contagios, seguido de los Bribris con 29.
“Desde las acciones que se hacen a nivel estatal es complejo tamizar a toda la gente y cuando es una zona de difícil o fácil acceso, dependiendo de las determinantes de cada persona, no es tan fácil. A mí esto me da una esperanza de que las poblaciones indígenas han logrado resguardarse”, señaló Quesada.
Quesada agregó también que la CCSS está respondiendo de la mejor manera desde la competencia que le corresponde, que es la prestación de los servicios de salud; sin embargo, existen otros entes que también participan en el resguardo de esta población.
“Se hace todo lo posible para resguardar a los indígenas. La respuesta no se da sola, es una acción articulada, que se desarrolla de forma interinstitucional, intersectorial, y si se quiere a nivel estatal. Estamos hablando de personas en condiciones particulares y donde hay brechas importantes de inequidad”, señaló.
La coordinadora destacó que, para la atención del COVID-19, las autoridades sanitarias han apelado “a lo que es comprobado científicamente”; no obstante, asegura que se han respetado las costumbres que los indígenas tienen para preservar su salud, como el ayuno, la ingesta de hierbas, entre otros.
Según datos del Censo 2011 realizado por el Instituto de Estadística y Censo (INEC), un 2,4% (104.143) de la población censada corresponde a indígenas. De ese total, la mayoría son Bribris con un 17%, seguidos de los Cabécares con un 16%, los Chorotegas con 11%, los Ngäbes con 9%, extranjeros con 8%, Bruncas con 5%, Huetares con 3% y Malekus con 2%.
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