ELMORROCOTUDO/Chile.- El domingo recién pasado, la Seremi de Salud de Arica y Parinacota, en el punto de prensa, confirmó que en Arica existen 50% de casos positivos con COVID-19 afecta a personas indígenas.
La pandemia del coronavirus (COVID-19) es una grave amenaza para la salud de los pueblos indígenas de todo el mundo. Y los pueblos indígenas de Chile no son una excepción. Antes de la pandemia ya experimentaban una precaria atención sanitaria y falta de acceso a servicios básicos
La Secretaria Regional Ministerial (Seremi) de Salud de Arica Parinacota, Beatriz Chávez, afirmó que el 50% de los contagiados por COVID-19 en Arica son de origen indígena, en otras regiones también hay personas indígenas afectados, lamentablemente en los informes epidemiológico no se encuentra el indicador correspondiente a la población afectada.
Los organismos internacionales han realizado pronunciamientos de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Organización Mundial para la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Fondo Para el desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, entre otros llaman a los Estados Gobernantes a tomar medidas de prevención y protección en pleno respeto de los derechos y culturas de los Pueblos Indígenas.
Señalando la importancia de establecer mecanismos formales y eficientes de dialogo entre los Pueblos Indígenas y las autoridades estatales para implementar acciones interculturales, coordinadas y eficientes ante los impactos actuales y futuros de la pandemia. Instando a los entes gubernamentales y a la comunidad internacional a incluir las necesidades y prioridades específicas de los pueblos indígenas para abordar el COVID 19.
Con las cifras preocupantes en nuestra región, es urgente tomar medidas necesarias, no basta con que la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) entregue canastas básicas de alimentos.
Poner en relevancia que los pueblos indígenas pueden contribuir a buscar soluciones, somos custodios de un gran patrimonio cultural y prácticas tradicionales, a través de los conocimientos indígenas, en buenas prácticas de sanación, en realizar barreras territoriales en comunidades para prevenir la propagación del contagio. Independiente de donde se encuentren zonas rurales, urbanas, o territorios transfronterizos, se ven afectados de la misma manera.
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas establece las normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas, las partes interesadas deberían considerar lo siguiente:
Gobiernos e Instituciones Representativas
• Reconocer a las instituciones representativas de los pueblos indígenas, a las autoridades y gobiernos como los representantes legítimos de los pueblos indígenas.
• Incluir a los representantes, líderes y autoridades tradicionales de los pueblos indígenas en las entidades de emergencia y respuesta sanitaria de sus comunidades, supervisando las respuestas a la pandemia de COVID-19. Asimismo, se debe incluir a los pueblos indígenas tanto en las respuestas a la pandemia como en sus repercusiones.
• Asegurar que las mujeres indígenas participen efectivamente en la toma de decisiones relacionadas con el COVID-19, y en el manejo de los efectos socioeconómicos por los cercamientos, el distanciamiento físico y otros esfuerzos de mitigación, reconociendo que las mujeres y niñas indígenas se verán afectadas de manera desproporcionada por esos esfuerzos.
• Respetar el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación, incluido el derecho a estar o permanecer en aislamiento voluntario.
• Adherirse y apoyar a los pueblos indígenas que han impuesto cercamientos o limitaciones para detener la propagación del virus COVID-19 en sus comunidades.
• Respetar el derecho del consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas en la prevención, el desarrollo, la aplicación y la vigilancia de las medidas para hacer frente al COVID-19.
• Preparar mensajes de avisos de servicio público, como los relativos a la higiene, la distancia física, la cuarentena y la prevención, en cooperación con los pueblos indígenas, en lenguas indígenas.
• Realizar esfuerzos concretos para mejorar la tecnología de la información y otras infraestructuras, a fin de garantizar que todas las personas, incluidos los pueblos indígenas, tengan acceso a la información.
• Incluir respuestas culturalmente apropiadas y capacitar a los indígenas practicantes tradicionales de la atención de la salud, capacitándolos en todas las acciones pertinentes y en el uso de equipo.
• Mejorar el acceso y la gestión del agua potable y el saneamiento, en particular para los pueblos indígenas que viven en comunidades remotas, a fin de evitar una mayor propagación del virus. Ello debería incluir las prácticas indígenas pertinentes, como la ordenación de las cuencas hidrográficas.
• Asegurar la disponibilidad de datos desglosados sobre los pueblos indígenas, en particular sobre las tasas de infección, la mortalidad, las repercusiones económicas, la carga de la atención y la incidencia de la violencia, incluida la violencia basada en el género.
• Entablar una cooperación efectiva con los Estados vecinos donde los pueblos indígenas viven en las fronteras, velando por que todos los agentes ejerzan las buenas prácticas en estrecha cooperación con los pueblos indígenas afectados.
• Considerar el establecimiento de fondos para la reconstrucción posterior al COVID-19 y recursos públicos destinados específicamente a las necesidades de los pueblos indígenas para apoyar y restablecer sus medios de vida y economías tradicionales y sostener sus comunidades.
• Asegurar el acceso a la educación de la niñez y juventud indígena proveyendo de las herramientas necesarias para el aprendizaje a distancia, en estrecha cooperación con los docentes y autoridades de los pueblos indígenas. Apoyar las iniciativas propias de educación de los pueblos indígenas
Por: Hortencia Hidalgo
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