IPS/Región.- La defensa contra la nueva pandemia es una necesidad destacada para los 500 pueblos indígenas que habitan en la Amazonia, por la debilidad inmunológica y la dificultad para acceder a servicios de salud que confrontan muchos de ellos. Foto: Coica-OPS
La Organización Panamericana de Salud y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) acordaron intensificar la lucha contra la pandemia covid-19 en las zonas indígenas de la Amazonia.
En un comunicado conjunto, Coica y la OPS expusieron que “el aumento diario de casos y fallecidos por covid-19 ha significado un duro golpe para los pueblos y nacionalidades indígenas de la Amazonia, cuyas comunidades se encuentran en una situación crítica”.
Por ello pidieron a los países de la subregión “fortalecer la atención en los servicios de salud de la Amazonia, con la dotación de recursos humanos, insumos y dispositivos médicos, incluidas las pruebas y tratamientos, y vacunas cuando estén disponibles”, con especial énfasis en los pueblos con aislamiento voluntario.
La debilidad de los pueblos indígenas se manifiesta en que sus comunidades registran “altas tasas de diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas”, por lo que “se aumenta el riesgo de contraer covid-19 con síntomas graves”.
Se agregan al cuadro de emergencia la desnutrición crónica de niños en pueblos indígenas, altas tasas de mortalidad materna, y la presencia de malaria y dengue.
En la cuenca amazónica habitan unos 500 pueblos indígenas, de los cuales 76 están en una situación de aislamiento voluntario, sus sistemas inmunológicos son débiles y la fuerza de una pandemia puede implicar incluso su desaparición, de acuerdo con estudios de organizaciones que promueven sus derechos.
También el comunicado OPS-Coica subraya que “el eventual ingreso del virus en los territorios de pueblos no contactados y en contacto inicial expone a esas poblaciones a un serio riesgo de extinción”.
Varios de los países de la cuenca están entre los más afectados del mundo por la covid, aun cuando los mayores brotes se hayan registrado en áreas urbanas distantes de donde habitan las comunidades indígenas más aisladas.
Es el caso de Brasil, que alberga 300 pueblos indígenas y es el segundo país con más casos del nuevo coronavirus, 1,9 millones y más de 75 000 fallecidos según la estadounidense Universidad Johns Hopkins, y de Perú, de 85 pueblos originarios, con 337 000 infectados y más de 12 000 decesos.
También se registran números crecientes de la pandemia en Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.
El texto de Coica y la OPS pide a los gobiernos “implementar de manera urgente y en coordinación con las organizaciones indígenas de la Amazonia, planes y protocolos en respuesta a la pandemia”, para reducir el impacto sobre la vida de las personas y las comunidades.
Esos planes deben ser “adecuados a los diferentes contextos geográficos y culturales y con participación de las propias comunidades”, lo que destaca Coica, que reúne a federaciones de organizaciones indígenas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela.
De manera particular se deben articular planes para las regiones de frontera, a menudo de las más deprimidas y con gran riesgo de propagación de enfermedades.
La declaración señaló que “la histórica dificultad para el acceso a la salud de las poblaciones amazónicas, sumada a la actual emergencia sanitaria, exige una respuesta coordinada y contundente entre Estados, organizaciones indígenas, agencias de Naciones Unidas y otros socios de cooperación internacional”.
A-E/HM
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