ELMUNDO/CostaRica.- Después de atender las necesidades más urgentes de las poblaciones originarias en el contexto de la pandemia, el «Plan de trabajo para el abordaje de la emergencia del virus COVID-19 en Territorios Indígenas» ahora transita, en su segunda etapa, sobre las líneas de la reactivación económica y de la incorporación del enfoque de género.
Durante la primera fase, en abril y mayo pasados, se emprendieron acciones dirigidas a cubrir necesidades básicas derivadas del avance del Covid-19 en el país como la distribución de kits con alimentos e insumos de limpieza y aseo personal a más de 11.000 familias en los 24 territorios indígenas, labor articulada entre el Viceministerio de la Presidencia, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y el Ministerio de Justicia y Paz (MJP).
Desde julio, ya con los insumos producidos por este trabajo de campo, la Unidad Técnica de Consulta Indígena (UTCI), adscrita a la Dirección Nacional de Resolución Alterna de Conflictos (Dinarac), organiza reuniones con lideresas indígenas de los territorios, en las que participan el viceministerio de Diálogo Ciudadano y Asuntos Políticos, así como representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la ONU Costa Rica.
«No se puede soslayar la participación de las mujeres en estos procesos. Ellas reclaman su espacio, tienen sus propias propuestas y sus propias organizaciones, algunas de ellas hasta con 30 años de constituidas. Estos espacios de diálogo han servido para establecer líneas y orientaciones para que los procesos de consulta garanticen el involucramiento de estas mujeres»”, indicó Kathy Piedra Corella, de la UTIC.
Por su parte, la incorporación del enfoque de género es uno de los ejes más importantes de la actualización del Plan, pues está íntimamente ligado a la recuperación de la economía en estas zonas.
«No solo es fundamental porque les permite a las instituciones proponer un abordaje mucho más integral, sino también reconocer el rol que tienen las mujeres en el uso y administración de la tierra y en el sustento económico de sus familias», explicó Piedra.
Para Randall Otárola, viceministro de la Presidencia y líder del proceso «el plan de atención en territorios ha sido exitoso por esa coordinación y conocimiento que las mujeres tienen de sus comunidades y pueblos, y es justo este saber el que permitirá generar un plan de reactivación adecuado para cada territorio».
Las lideresas indígenas han aprovechado los distintos encuentros celebrados con las autoridades del Gobierno para expresar sus demandas, propuestas e inquietudes.
Uno de sus principales planteamientos es participar en la toma de decisiones, además de ser tomadas en cuenta como beneficiarias directas de los procesos y proyectos llevados a cabo en las poblaciones indígenas.
También han expresado su preocupación porque se les reconozca el aporte económico y productivo que hacen a sus comunidades.
En estos diálogos se han abordado temas relacionados con necesidades particulares en atención de la salud, de la educación y atención de la violencia de género.
El Plan es una iniciativa conjunta entre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Ministerio de Salud (Minsa), Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AYA), la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas (Conai), con el apoyo de Naciones Unidas y de la Unidad Técnica de Consulta Indígena (UTCI), adscrita a la Dirección Nacional de Resolución Alterna de Conflictos (Dinarac), del Viceministerio de Paz del MJP.
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