LOSTIEMPOS/ANF/Bolivia.- El impacto del Covid-19 en los pueblos indígenas de Bolivia hasta la fecha tiene la cifra de 25 casos confirmados y 7 fallecidos, son datos del Boletín elaborado por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
El fin de este boletín es visibilizar de manera periódica la situación particular de los pueblos y comunidades indígenas de la Amazonía ante la pandemia del Covid-19. Según esta base de datos, los pueblos indígenas afectados en la Amazonía boliviana son seis: Trinitario (río Mamoré), Mojeño Trinitario, Caribeño, Mojeño Ignaciano, Yacaré y TCO Movima Totaisal.
La información presentada en este documento, afirma el Boletín, corresponde a un proceso de sistematización de los datos recopilados en territorio amazónico, sobre la constatación del impacto del COVID-19 en las poblaciones indígenas de esta región. Además, surge como una «respuesta urgente» a la complicada realidad de la Amazonía.
En la actualidad, Bolivia no cuenta con información desagregada sobre la pertenencia étnica de las personas autoidentificadas como indígenas y que se encuentran contagiadas por el coronavirus, en las zonas del oriente, Chaco, Amazonía y Pantanal. Así lo señalaba el centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) en su informe sobre la situación de los pueblos indígena de Trinidad Beni de mayo 2020.
El Boletín de la REPAM y la COICA, que está en construcción y que se actualizará continuamente, refleja que el número de contagiados entre los pueblos originarios de la cuenca amazónica es de 526, con 113 fallecidos, siendo afectados 33 pueblos aproximadamente.
Según el documento, estas cifras muestran la alta letalidad por la que atraviesa la región no solo por el coronavirus, sino por tres vías que se combinan de forma trágica: la pandemia del Covid-19, la presión permanente del modelo extractivista sobre sus territorios y la exclusión histórica de los derechos a los servicios básicos e infraestructura de salud, convirtiendo a los pueblos indígenas amazónicos en un sector extremadamente «frágil y vulnerable».
«Un llamado a los Estados a la acción urgente y efectiva, esperamos que este instrumento ayude a los propios pueblos, a la Iglesia, a las organizaciones aliadas y a todas las personas comprometidas con esta causa, para una toma de posición, para impulsar compromisos serios y profundos, y para responder de manera concreta frente a esta creciente crisis», indica la REPAM y la COICA en su presentación del Boletín.
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