LAREGIÓN/Bolivia.- “Remedios del monte” contiene 38 escritos basados en la sabiduría de los pueblos Mojeño, Tsimane, Yuracaré y Movima. En tiempos de coronavirus, es también una respuesta a la vulnerabilidad a la que las comunidades están expuestas, frente a la desatención del Estado.
Mujeres en el Territorio Indígena Multiétnico de Bosque de Chimanes. Foto: Fátima Monasterio
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“No es la primera vez que nos vemos amenazados. Nuestros antepasados también enfrentaron epidemias y permanentemente hemos tenido que resistir al avasallamiento y explotación de nuestros territorios, mientras los gobiernos nos olvidan a nuestra suerte. Para vivir siempre hemos tenido que luchar”.
Bernardo Muiba Yuco, presidente del Territorio Indígena Multiétnico (TIM), explica así la realidad de pueblos indígenas amazónicos de Bolivia. Lo hace en la presentación de ‘Remedios del monte’, un compilado de 38 recetas de medicina natural, basadas en la sabiduría de Mojeños, Tsimanes, Yuracarés y Movimas. El escrito surge en el contexto de Covid19 y apunta a subir las defensas, mejorar la alimentación y tratar síntomas como fiebre, diarrea o tos, entre otros.
Paulina Noza, presidenta de la organización de mujeres del TIM, compiló y elaboró las recetas, en colaboración con Fátima Monasterio, abogada e investigadora.
“Hicimos este recetario, preocupados por la pandemia que brotó este año. Son remedios que nosotros usamos en nuestras comunidades y esperamos que más gente los pueda usar. Una se curó con eso, porque sus padres y abuelos de una, conocen. Antes no teníamos vacunas, nuestros abuelos no se vacunaban. Por eso nosotros seguimos conservando (esos saberes) y ahora queremos que la gente lo conozca”, dice Paulina.
La ausencia de Estado
No se trata de creer que los pueblos indígenas están a salvo con estos remedios. Las condiciones de salud en este y otros lugares pone en alta vulnerabilidad a sus habitantes, tanto que hace poco la Red Eclesial de la Amazonia Boliviana (Repam Bolivia) advirtió que “estamos en puertas de un etnocidio”, por los incendios, uso de semillas transgénicas, el narcotráfico y la vulnerabilidad para enfrentar la pandemia sin condiciones adecuadas y con escasa cobertura de salud.
Paulina explica, por ejemplo, que en el TIM hay 26 comunidades y en el TIMI (Territorio Indígena Moxeño Ignaciano), 19. Solo cuatro tienen microhospitales, que cuentan con una enfermera y un médico. Pero ante la proliferación de casos de coronavirus en Beni, estos funcionarios fueron llamados a San Ignacio de Moxos, para apoyar a sus colegas. Esta ausencia representa un mayor peligro –lamenta- porque los niños se enferman o surgen accidentes como cortaduras, que requieren atención inmediata.
Ello sin contar que quienes viven en comunidades cercanas a zonas urbanas sí pueden llegar a cobrar sus bonos gubernamentales, pero quienes deben viajar hasta dos días, no pueden hacerlo. “Como dirigencia, desde un principio pedimos los bancos móviles para aquellas comunidades lejanas, pero hasta ahora no nos escuchan”, dice la dirigente.
Una respuesta a la vida
Las costumbres ancestrales se mantienen intactas en estas culturas. Foto: Fátima Monasterio.
Para Monasterio, quien trabajó una investigación en esta zona el año pasado, los indígenas están expuestos a una situación muy compleja y la medicina natural es una estrategia para sobrevivir al olvido y al no cumplimiento de las obligaciones del Estado.
“El recetario está enfocado al cuidado colectivo, pero visibilizado como una práctica política. Es algo que la organización lo pone hoy en primera línea como una práctica que puede ayudarlos a sobrevivir y puede sostener vida ahí adentro. En tanto, el aislamiento puede ser bastante cruel y eso es importante que la sociedad también lo sepa, porque si bien los territorios tienen chaco, dónde cazar, dónde pescar, en el tiempo los indígenas han tejido relaciones económicas de comercialización y de intercambio con las ciudades”, sostiene.
Esto último tiene que ver con que, ante el peligro de contagio, hay comunidades que decidieron autoaislarse y evitar cualquier tipo de contacto. Otras, acorde a su forma de vida, llevan los excedentes de cultivos a la zona urbana para intercambiarlos por productos como sal, que no tienen en sus territorios.
Qué encontrará en el recetario
En el compilado hay desde recetas prácticas para subir las defensas con jengibre, hasta opciones para bajar la fiebre, pasando por alternativas para la diabetes y el asma, entre otros.
Paulina resalta también que muchas las de las plantas se encuentran en la zona oriental, aunque hay otros que solo están en su territorio.
Actualmente, tanto ella como sus compañeras se encuentran trabajando en un segundo compilado, que estará enfocado específicamente a subir las defensas del cuerpo. Incluirá la preparación de jarabes con cortezas de árboles, así como otros saberes ancestrales; la forma en que estos pueblos han tratado sus males físicos, pero también espirituales.
“Estos Remedios del Monte que aquí se compilan son unos pocos que hemos aprendido de los antiguos y que hoy podemos usar para cuidarnos en la comunidad. Seguiremos exigiendo la atención del Gobierno, porque es su obligación garantizar nuestros derechos. Pero es importante que lo hagamos organizados y sin exponernos al contagio”, termina parte de la presentación.
Fuente: https://www.laregion.bo/
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