«Queridos hermanos y hermanas, hace siete meses se concluía el Sínodo Amazónico. Hoy, fiesta de Pentecostés, invocamos al Espíritu Santo para que dé luz y fuerza a la Iglesia y a la sociedad en la Amazonía, que ha sido duramente golpeada por la pandemia. Muchos son los contagiados y los muertos, incluso entre los pueblos indígenas, que son particularmente vulnerables. Por la intercesión de María, Madre de la Amazonía, pido por los más pobres e indefensos de esa querida región, pero también por los de todo el mundo, y hago un llamamiento para que a nadie le falte la atención sanitaria. Curar a las personas y no ahorrar para la economía. Curar a las personas, es más importante que la economía. Nosotros, las personas, somos templos del Espíritu Santo, la economía no”.
Al escuchar sus palabras de aliento, muchas personas quieren expresarle su agradecimiento al Santo Padre, y también su compromiso de seguir caminando con los pueblos amazónicos ante toda esa dificultad que se vive por la pandemia del COVID-19, pero también ante tantas situaciones de injusticia, violencia y depredación del medio ambiente que siguen atentando contra la vida de las personas, que son templos del Espíritu Santo, como resalta el pontífice en su alocución de hoy. Haciendo resonancia de algunas de esas voces, la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, como afirma su lema: “Fuente de vida en el corazón de la Iglesia”, trae sus relatos en este día.
Patricia Gualinga, lideresa indígena del pueblo Kichwa de Sarayaku:
“He escuchado la oración del Santo Padre con mucha emoción, porque siente el clamor de la Amazonía que en estos momentos tan difíciles está siendo afectada con demasiada fuerza. Pienso que en estas dos semanas van a ser los picos más fuertes en las comunidades indígenas y en los alrededores. Vamos a necesitar de mayor fuerza y de la iluminación del Espíritu Santo, como lo dice el Papa Francisco. Aquí coincidimos con él que hay que apostar por la vida, por la vida de la humanidad, de los pueblos indígenas, por la defensa de la Amazonía, y no solamente con justificaciones económicas, aduciendo que la economía es más importante que la vida. Muchísimas gracias, Santo Padre, por estar en concordancia con los pueblos indígenas y con nuestro pensamiento”.
José Gregorio Mirabal, líder indígena del pueblo Currapaco (Venezuela) y presidente de la COICA – Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica:
“Hermano Francisco, amigo querido de la Amazonía, desde la COICA te decimos: la Casa Común se quema desde ‘ayer’ con los incendios. Hoy, sus hijos se contagian y mueren sin atención de los Estados, que son los que constitucionalmente están obligados a protegernos. Hoy, hermano Francisco, valoramos tus palabras, valoramos tus oraciones; pero ante esta catástrofe sanitaria necesitamos tu llamado de urgencia mundial a buscar una acción internacional humanitaria por la Amazonía. Desde la selva amazónica te deseamos fuerza, mucha salud y que, con tu valentía, con la grandeza de tus palabras se rompa el silencio y se oigan nuestras peticiones”.
Selene Terán, lideresa del pueblo afro de la Amazonía ecuatoriana:
“Este llamado hace el Papa a todas las autoridades a que sean sensibles ante la situación que vivimos, en especial los pueblos y nacionalidades [afrodescendientes e indígenas]. El Papa hace un llamado a primar principalmente por la vida de las personas y no por la economía. Es importante que podamos todos arrimar el hombro para sacar adelante nuestra tierra, nuestra Amazonía. Hoy, más que nunca, se hace necesario echar la mirada a la Amazonía como el pulmón del mundo. Un agradecimiento al papa Francisco por preocuparse por nosotros, quienes hemos sido los más abandonados y hemos sido llamados ‘el patio trasero’. Sin embargo, la riqueza siempre sale de esta zona olvidada. Muchas gracias, papa Francisco”.
Liverman Rengifo, comunicador campesino de la Red de Emisoras Comunitarias del Putumayo colombiano – Cantoyaco:
“Un gran sentimiento de fraternidad, solidaridad y esperanza al escuchar el mensaje del papa Francisco en la lucha siempre por la defensa del necesitado, del más vulnerable. Trabajar por la persona, en toda su integridad, nos afirma y reafirma en el mandato para la evangelización en la Amazonía. Es también un sentimiento de motivación para continuar en la lucha por la defensa del bioma amazónico. Un agradecimiento especial al papa Francisco por siempre llevarnos, los habitantes de la Amazonía, en sus palabras y oraciones, y por querer y amar a esos territorios”.
Cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y uno de los secretarios del Sínodo para la Amazonía:
“Desde Roma, queridos hermanos y hermanas, les saludo en esta fiesta de Pentecostés. El Santo Padre pidió al Espíritu Santo que ilumine a toda la Iglesia, a la sociedad y a todas las comunidades, para que seamos todos capaces de responder con serenidad, discernimiento y coraje ante la trágica situación de dolor que vive la Amazonía y sus pueblos en esta pandemia. Pedimos a todos los gobernantes y responsables, para que tengan un corazón sensible a los sufrimientos de los pueblos y los daños causados al medio ambiente.
Pedimos para que todos los miembros de la Iglesia discípula y misionera en la Amazonía sigan entregados a responder con caridad y eficacia apostólica. Esperamos, todos, que se cumplan los cuatro sueños de [la exhortación apostólica del Papa Francisco], “Querida Amazonía”: social, cultural, ecológico y eclesial. Resaltamos la importancia de la escucha de la voz de la Amazonía, movida por el soplo mayor del Espíritu Santo en el grito de la tierra herida y sus habitantes (Documento Final de Sínodo Amazónico, n° 3). Todos, juntos, clamamos al cielo e a María, nuestra Madre de la Amazonía, para que todas las vidas encuentren la salud necesaria, los derechos y el trabajo para cuidar de la Casa Común. Gracias y saludos. Buena fiesta de Pentecostés en comunión con todos de la Iglesia en la Amazonía y con nuestro Santo Padre”.
María Eugenia Lloris (Geni), miembro del Equipo Itinerante de la Panamazonía:
“Francisco, desde el corazón de la Amazonía peruana, Iquitos, los misioneros que aquí estamos trabajando en los diferentes ríos (Napo, Amazonas, Javari y Putumayo) dando continuidad al Sínodo, que no ha acabado. Nosotros continuamos en la defensa de los pueblos originarios, sobre todo en este momento que enfrentamos el COVID, en la ayuda con alimentos, medicamentos y ayudando en la vigilancia social de que los Gobiernos realmente ejerzan su responsabilidad con los pueblos que están más alejados y, al mismo tiempo, presionándolos para que de hecho haya una igualdad de atención para todos los pueblos.
Agradecemos sus palabras y el apoyo de todos que en el mundo siguen amando y defendiendo la Amazonía, pues la vida del mundo depende la vida de la Amazonía. Si la Amazonía no tiene aire para respirar, muchos otros morirán se la Amazonia se muere. Muchos morirán si los pueblos originarios se mueren. Gracias por sus palabras. Sepa que junto con sus palabras hay muchos misioneros que estamos en la línea de frente, luchando y defendiendo lo que hablamos en el Sínodo. El Sínodo sigue vivo. La Iglesia está viva en el corazón de la Amazonía y de los misioneros”.
Mons. Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente del CELAM – Consejo Episcopal Latinoamericano:
“Santo Padre, agradezco por el mensaje que nos ha dado hoy después del ‘Regina Coeli’, por pensar en la Amazonía y hacer pensar a los demás en esta vasta región de América del Sur. Muchísimos indígenas están muriendo por el coronavirus en Perú, Colombia y Brasil. Agradecemos por su mensaje fundamental en la defensa de la persona. Primero la salud, después la economía, como ha dicho: los seres humanos somos templo del Espíritu Santo, la economía no. Aprovecho también para agradecerle por el impulso al Organismo Eclesial-Episcopal Panamazónico, que será de mucho beneficio en este tiempo y por todo lo que está pasando en la Amazonía. Gracias, Santo Padre. Me despido con el saludo franciscano de ‘paz y bien’ y pidiendo su bendición apostólica”.
Hna. Irene Lopes, directora ejecutiva de la REPAM Brasil
(mantuvimos el original en portugués):
“Hoje estamos celebrando a grande festa de Pentecostes e Jesus disse no Evangelho: ‘A paz esteja convosco’. E muito nos alegrou as palavras do Papa Francisco ao dizer hoje para nossa querida Amazônia. Ficamos muito emocionados e impressionados com tão fortes palavras. Ele diz que o mais importante é cuidar das pessoas e não só da economia. Sabemos que muitas pessoas estão morrendo: pobres, indígenas, ribeirinhos estão morrendo sem nenhum atendimento. Que essas palavras do Papa Francisco possam nos fortalecer nessa grande missão pela nossa Amazônia. Obrigada,
Mons. Erwin Kräutler, obispo emérito de Xingu y coordinador de la REPAM Brasil
(mantuvimos el original en portugués):
“Obrigado, Santo Padre, Papa Francisco. Fiquei tão emocionado hoje com as palavras do Papa dirigidas à querida Amazônia, especialmente aos povos indígenas. Senti o carinho dele para com a Amazônia. E de fato nós precisamos desse carinho. Que a mensagem do Papa realmente seja transmitida aos Governos, especialmente ao Governo do Brasil. Ficamos impressionados porque o Papa falou claramente que a pessoa é o templo do Espírito Santo, e não a economia. Todo esforço deve ser para salvar as pessoas: homens, mulheres e crianças. O Papa formulou aquilo que nós temos no nosso coração.
Agradeço de coração ao Papa: vejo-o na minha frente agora como estava durante o Sínodo e na carta que enviou depois, “Querida Amazônia”. De fato, ele ama a Amazônia e o que falou é para todos nós, para os povos indígenas, quilombolas, ribeirinhos e todos os povos da Amazônia. Agradeço de coração. E diante do seu pedido de rezar sempre por ele, eu sempre vou cumprir todos os dias”.
Hna. Liliana Franco, presidenta de la CLAR – Confederación Latinoamericana de Religiosos:
“Querido Papa Francisco, unidos en la REPAM y en nombre de la Vida Religiosa presente en la Amazonía, queremos agradecerle por hacer eco, en la plaza de San Pedro, del clamor de tantas personas que hoy en la Amazonía ven amenazadas su vida, su salud, su cultura. Los religiosos seguimos ahí junto a nuestra gente. Esos últimos días hemos abrazado el dolor, hemos experimentado la impotencia, hemos visto como el autoritarismo de algunos gobernantes le cierra espacio a la vida. No queremos y no podemos claudicar en la esperanza. Por eso nos empeñamos en la defensa de la vida.
Sus palabras hoy nos resonaron con un potencial capaz de anclarnos en la querida Amazonía. Nos recordaron que nuestra presencia en cada rincón de esta tierra es presencia de Iglesia y que hoy, más que nunca, lo nuestro es la misión, la salida, la itinerancia. Queremos comunicarle que hemos emprendido en la CLAR, desde hace 15 días, una campaña que se llama ‘Amazonía Somos Todos’; estamos invitando a que haya más personal sanitario en territorio amazónico y recolectando recursos que ayuden a mitigar los efectos de la pandemia. Muchos han querido sumarse y experimentamos el gozo de ser red y caminar con otros. Gracias, papa Francisco, por querer la Amazonía; por hacer eco de su dolor; por recordarnos con sus gestos y palabras que nuestro lugar como religiosos es en medio de los más pobres. Seguimos orando por usted; siempre lo hacemos”.
P. Alfredo Ferro, coordinador del Servicio Jesuita Panamazónico – SJPAM y que vive en la triple frontera entre Colombia, Brasil y Perú:
“Ante todo, Francisco invoca a nuestra madre: Quien más que ella, puede escuchar la súplica de los pueblos indígenas de la Amazonia, pero, sobretodo, hace un llamado como ha hecho en el Sínodo, que ha sido nuestro gran Pentecostés para la Amazonía, para que estemos atentos a quienes son los más vulnerados y vulnerables en este territorio amazónico. Hasta Roma ha llegado el grito y el clamor de los más de 150.000 contagiados y más de 8.000 muertos hasta el día de hoy, donde el número de los indígenas crece a cada día. Se ha comprobado por el seguimiento que se le ha hecho desde la REPAM en alianza con la COICA a lo que está sucediendo: que de los indígenas contagiados el 25% están muriendo, a diferencia de la otra población, donde la cifra es del 5%. Lo que, de otra forma, reafirma lo que el Papa nos dice en su alocución: ‘son ellos los más vulnerables’.
Todo ello lo recibimos con un especial cariño en esta fiesta del Espiritu, donde él nos confirma, que esta tierra amenazada y depredada es la “Querida Amazonia” soñada y que todas y todos quisiéramos que se hagan realidad. Lo más llamativo, es que esos sueños recogen algo de lo que no debe ser esa economía a la que Francisco hace alusión. Nuestra economía tiene que ser otra y el espíritu de ella, que entendemos como siendo el espíritu de Jesús y del Evangelio. Agradecemos a Francisco por sus palabras, que esperamos sean escuchadas y resuenen en quienes toman las decisiones de este mundo”.
Mauricio López, secretario ejecutivo de la REPAM:
“En muchas de las culturas amazónicas, el fuego tiene un sentido profundo, de sagrado, de misterio. Así como la Amazonía es un lugar teológico, un lugar sagrado, como ha dicho el propio Papa en la Exhortación, hoy en la fiesta de Pentecostés el fuego de vida, el fuego del misterio, el fuego que invita a encender nuestros corazones para no perder la esperanza, nos es dado a todos que sirven, viven y, sobre todo, los que sufren y esperan en toda la Amazonía.
Gracias al Papa Francisco por hacer explícito ese llamado a un fuego de vida. Uno que sobreponga a los tantos fuegos que están quemando, de forma negativa, esta realidad, especialmente para los pueblos originarios; los fuegos del año pasado y que todavía se están dando, como también los fuegos de la deforestación, de la explotación, de la violencia cotidiana que sufren hoy los pueblos amazónicos en medio de la pandemia. Y este fuego de la pandemia que quema y está apagando muchas vidas de los inocentes, de los más vulnerables, por la falta de una respuesta adecuada y explícita de los Gobiernos en medio de esta situación.
Pedimos al Espíritu Santo que pose sobre las cabezas, pero principalmente en los corazones de todos los miembros de la Iglesia, mujeres y hombres que trabajan todos los días, incansablemente, para defender la vida, para llevar adelante los cuatro sueños que el Papa nos regala en la [Exhortación Apostólica] ‘Querida Amazonía’ y pedimos que esa alianza con pueblos originarios en la defensa de sus territorios, sus derechos y sus vidas se haga más fuerte. Gracias, Papa Francisco, por hacer explícito el llamado a que el fuego del Espíritu Santo, de la ‘Ruah’ de Dios, sea la fuerza que nos sostenga hoy y en los tiempos por venir. Que seamos capaces de discernir y crear los nuevos caminos necesarios y de las estructuras que van emergiendo, como fruto del discernimiento para ser muchos más coherentes y testimonios vivos de la vida que se sobrepone a la muerte en esta realidad de la Amazonía y de sus pueblos”.
Por: Julio Caldeira, comunicaciones REPAM
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