Carlos Chablé/ Acamaya*/ México.- El 1 de junio de 2020, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dio el banderazo a las obras del megaproyecto del tren maya en la Península de Yucatán sin considerar las demandas de las comunidades indígenas que habitan el territorio.
En un comunicado la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI) señala que hay un ambiente donde el racismo y la discriminación han desencadenado distintas acciones civiles a nivel mundial, y ante la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, el estado mexicano carece de programas oportunos de emergencia en las comunidades indígenas y ha reducido el presupuesto destinado a pueblos indígenas como es el caso de las Casas de la Mujer Indígena (CAMI).
Son evidentes las múltiples violaciones a los derechos de los pueblos y de las mujeres indígenas, complicando la situación y dejándonos en desventaja frente a la contingencia aprovechando para dar inicio a las obras del tren maya.
La CONAMI condena enérgicamente el inicio de los trabajos de las obras del tren maya, el ecocidio, el despojo, la simulación en el ejercicio del derecho a la consulta y sobre el derecho al consentimiento libre previo e informado culturalmente apropiado y de buena fe.
En el comunicado esta organización exige el estricto apego a los protocolos de consulta y consentimiento; respeto a la autonomía y a la libre determinación de los pueblos indígenas. Condena la violencia y la criminalización en contra de las y los defensores indígenas. Exige también presupuesto para las Casas de la Mujer Indígena! Y finaliza con ¡Por nuestras raíces! ¡Por nuestros territorios! ¡Por la vida! ¡Nunca más un México sin nosotras!
*Academia de la Lengua y Cultura Mayas de Quintana Roo, AC (Acamaya)
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