OPINION/Bolivia.- Solo en Beni, en la última semana se registraron los primeros 2.278 casos. Los yuquis están entre los primeros pueblos donde se detectó el coronavirus. Ya son considerados de alta vulnerabilidad y la COVID-19 agrava su situación.| Sandra Arias L.08 de junio de 2020 (00:00 h.)
El total acumulado de casos confirmados de coronavirus en 49 de los 58 territorios indígenas que hay en el país llegó esta semana a 11.865, con 392 fallecidos, según el último reporte del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS). Los yuquis, en el Trópico, y los monkoxi, en Santa Cruz, están entre los primeros pueblos donde se reportaron infectados. Estas poblaciones ya son consideradas de alta vulnerabilidad y el coronavirus agrava su situación, observan especialistas del CEJIS y del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA).
Ambas instituciones coinciden en que, desde el inicio de la cuarentena, muchos pueblos optaron por evitar el contacto y cerrar el ingreso a sus territorios, pero personas ajenas llegaron para pescar, cazar o huyendo de la pandemia en las ciudades. Otro motivo de contagio es la necesidad que tuvieron los indígenas de desplazarse a centros urbanos para cubrir sus necesidades.
BENI CON MÁS CASOS En Beni están 18 de los 34 territorios indígenas de tierras bajas, según datos de la socióloga Gabriela Canedo. Hasta hace ocho días, no se tenía registro de casos, pero en la última semana el CEJIS logró confirmar 2.278 en 16 territorios indígenas. Entre los que tienen más casos están los cayubabas, canichanas, t’simanes, sirionós (2009 casos), chacobo-pacahuara, itonamas y movimas. Hay 109 muertos y 14 recuperados.
En Tarija hay 44 casos acumulados, nueve esta semana, y un saldo de cuatro muertos en las comunidades Weenhayek e Itika Guasú.
En Santa Cruz, el total es de 7.952 casos con 220 esta semana y 192 fallecidos. Yuracarés, isosos y ayoreos son los que presentan más enfermos.
En Chuquisaca suman 32 casos, nueve esta semana, y dos muertos en Huacareta y Alto Parapetí. Mientras que en La Paz hay 661 casos, dos esta semana, y 36 fallecidos en Pilón Lajas y entre los lecos de Larecaja.
En Cochabamba, los tres primeros casos se registraron entre los yuquis, en Puerto Villarroel. Pero en cuestión de días la cifra total subió a 898 casos, 89 solo esta semana, afectando también a los yuracarés y a los habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Los fallecidos ya son 49.
SIN COMIDA NI MEDICINAS El representante del pueblo indígena Yuqui, en Cochabamba, Abel Yaira Guaguasu, informó el martes que tenían confirmados los tres primeros contagiados, varones de alrededor de 30 años que fueron puestos en aislamiento en el internado que tiene la comunidad Bia Recuaté, estaban estables y bajo vigilancia médica. El viernes, la cifra subió a 40.
Explicó que se utilizan como salas de aislamiento los contenedores entregados por el ministro de Trabajo, Óscar Mercado, pero lo que no tienen es comida ni medicinas básicas. “No tenemos Mentisan, Aspirina, Paracetamol. Nada”. La gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, llevó ayuda, pero ya casi se termina.
La coordinadora de la Red de Salud del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Keyla Ávila, informó que no tienen la capacidad suficiente para darles atención, ni siquiera para la toma de muestras porque cada viaje de ida y vuelta requiere más de 200 litros de gasolina y eso representa un gasto muy elevado.
CONTAGIO Los yuquis habitan entre las provincias Carrasco e Ichilo de los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz. Yaira contó que desde el inicio de la emergencia sanitaria en el país, la comunidad se mantuvo en cuarentena y lejos de centros urbanos. Pero hubo gente que iba al monte a cazar o pescar, “escapando de la cuarentena en las ciudades”, y fue la que llevó la enfermedad. Ávila añadió que pese al resguardo que mantuvieron, siempre existe intercambio comercial. “Salen a las cabeceras de municipio. Salieron a cobrar los bonos, es la forma más probable en la que se han contagiado”.
Dijo también que se puso en conocimiento del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) que las autoridades del Consejo Yuqui decidieron encapsularse para tratar de proteger a la población que aún no se infectó. A los militares se solicitó resguardo para la población y mantener la disciplina en la comunidad. “Sabemos que ellos tienen su modo de vida que es nómada, son viajeros, siempre están caminando, itinerando entre pueblo y pueblo, pero esta acción (el encapsulamiento) es muy importante porque el virus puede tener graves consecuencias sobre esta comunidad que ya estaba con muchas afecciones”. Se conoce que esta población no supera las 300 personas.
A mitad de semana, se llevó a cabo una reunión entre los municipios de Chimoré, Villa Tunari y el consejo indígena para prever, incluso, la evacuación aérea si es necesario.
El análisis hecho por Martín Torrico y Edgar Izurieta, especialistas de CIPCA, señala que los cayubaba y sirionós tuvieron similar fuente de contagio.
El Territorio Sirionó, ubicado en el municipio de San Javier (Beni), tiene a la capital beniana como centro de abastecimiento más cercano y es el lugar para realizar muchos trámites, entre ellos, el cobro de beneficios. Esto obligó a los habitantes a exponerse.
Lo mismo habría sucedido con el pueblo Cayubaba, en la provincia Yacuma. Además, a pesar de la cuarentena, sus comunidades relativamente aisladas han sido visitadas por personas ajenas que llegaron por agua, ya que los caminos carreteros son intransitables en época de lluvia, y llevaron consigo el virus.
Reunión de la comunidad Yuqui. CONSEJO INDÍGENA YUQUI
NEGACIÓN San Antonio de Lomerío es un municipio indígena de Santa Cruz donde el 99% de los habitantes se declaró perteneciente a la nación monkoxi, según el director ejecutivo del CEJIS, Miguel Vargas.
Entre el 28 de mayo y el 1 de junio, se reportaron los tres primeros fallecidos por COVID-19 y el viernes se registraron 12 casos confirmados. Hace más de dos o tres semanas que se manifestaron los primeros enfermos, pero la gente no quería aceptarlo y pretendía que era un resfrío fuerte. Médicos y autoridades municipales empezaron a aislarse por la enfermedad y los tres fallecimientos revelaron que entre el 50 y el 80% de los 7.000 habitantes tiene síntomas y podría tener COVID-19, reveló a Radio Santa Cruz el coordinador de la organización Voces Indígenas Urbanas, José Chuvé.
Ahora, la mayoría de las personas se atiende en casa con remedios caseros porque no hay ni siquiera medicinas básicas. Es por eso que Chuvé comenzó en la capital cruceña una campaña para recolectar medicamentos.
Ángel Sumami, cacique general de la Central de los Pueblos Indígenas de Lomerío, mandó una carta al Viceministerio de Coordinación Social pidiendo auxilio. «Si esto sigue así, vamos a colapsar y la gente está con pánico», dijo a El Deber.
VULNERABLES En un comunicado difundido el martes, la dirigencia de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) orgánica denunció que los pueblos indígenas no reciben atención.
Cuestionó que recurren a los centros de salud, donde sin siquiera tomarles la temperatura, los envían a sus casas asegurando que los llamarán para ir a tomar muestras.
“Si ni en la ciudad atienden a nuestros pacientes con síntomas, menos llegarán a atender a nuestras comunidades que están en zonas rurales, lejos de acceder al derecho a la salud”.
Según datos del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas de Bolivia (ODPIB), dependiente del CEJIS, más del 80% de los 58 territorios indígenas están amenazados por el coronavirus debido a su alta vulnerabilidad y por la falta de atención del Gobierno central y de los gobiernos subnacionales.
Torrico e Izurieta, de CIPCA, coincidieron en que el Gobierno demostró una nula lectura de las dinámicas y las características culturales y sociales de los pueblos indígenas de tierras bajas al no haber definido acciones específicas y de protección para el cobro de los bonos decretados por la cuarentena.
Vargas puso como ejemplo que los yuquis están considerados en alto riesgo por enfermedades como la micosis pulmonar, tuberculosis, anemia y desnutrición, razón por la cual la Asamblea Legislativa Departamental de Cochabamba sancionó, el 2014, la Ley N° 560 de Protección al Pueblo Yuqui en vista de su riesgo de extinción. La norma se apoya sobre la Constitución Política del Estado y la Ley Nº 450 de Protección a naciones y pueblos indígenas originarios en situación de riesgo.
“En más de 70 días de cuarentena, no se hizo nada. Hace un mes que el Viceministerio de Medicina Tradicional anunció un protocolo (de salud) para los pueblos indígenas y no se sabe si se aplica. También se anunció otro para manejo de fallecidos, pero no hay información. La falta de atención de los tres niveles de gobierno es más que evidente y estamos en puertas de una catástrofe para los pueblos indígenas”.
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