Relatos en tiempos de Pandemia. Un Extraño Invisible

Publicado: 11 Jun, 2020

Necesito expresar mi sentimiento porun extraño invisible.

Líderes mundiales expresan sus posturas al respecto. Lo más extraño es que, incluso ellos, ponen en debate social, político y científico el origen del extraño invisible.

Cuando el extraño invisible llega a Bolivia, comienzo a consultar ¿si antes los extraños habitaban estas tierras? Los amautas me contestan: si, estaban presente, llegaron junto con los colonizadores del occidente. Lo peor es que ayudó a su presencia, la disminución de nuestros ancestros originarios.

¿Qué extraño? Pensé. Solo las grandes manifestaciones y fenómenos naturales podían paralizar el movimiento de los humanos. Pero veo que no es así, resulta que un extraño invisible paraliza y pone en arresto domiciliario a toda la gente; y deja las ciudades vacías, de los hombres y los motorizados.

Al ver que están muriendo como insectos, a causa del extraño invisible, familias enteras lloran sin saber cómo tuvieron el encuentro con el extraño invisible.

¡Qué extraño! uno no puede llegar a su pueblo donde se encuentra su familia. La necesitad obliga a las familias al retorno a sus pueblos y territorios; lamentablemente no es fácil marcharse. Es preocupante ver a las personas agotadas, después de caminar kilómetros…mirando arriba, con hambre y lágrimas en los ojos. ¡Qué extraño, que no nos permite encuentros de amistad! Nos deja mirando al horizonte.

Es momento, urge establecer y construir la industria de medicina natural, no podemos quedarnos de manos cruzadas mientras otros trabajan arduamente para innovar su industria de medicamentos farmacéuticos, que además está basada en nuestra medicina ancestral.

El gobierno debe fortalecer la industria de medicina natural, pero extrañamente el gobierno y los políticos se convirtieron en enemigos de la salud de los bolivianos. Con tanta rabia digo: “Los políticos son uno más, son iguales al extraño invisible”.

Es extraño… de repente la tierra y la fauna recuperan su aire limpio, aire que los hombres exageradamente hemos contaminado. Entonces pienso: “merecemos ese castigo…merecemos al extraño invisible”.

Ahora ¿Qué queda para vencer al extraño invisible? Solo nos queda sonreír, asumir la fe y esperanza de retornar muy pronto a la felicidad.

¡Qué extraño! los médicos y enfermeras se convirtieron en el principal ejército para enfrentar la batalla frente al extraño invisible que amenaza nuestras vidas.

Si el ejército de médicos y enfermeras se rinde pues habremos perdido la batalla ante el Extraño Invisible… ese que se llama Coronavirus (COVID-19).

Por: Rene Vargas Llaveta

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