JULIOASTILLERO/México.- Un “ejército” de médicos tradicionales fue alistado por el alcalde Jesús E. García Velázquez para frenar la propagación de la COVID-19 en Jalapa de Díaz, un municipio de la etnia mazateca ubicado en la región de la Cuenca del Papaloapan que aún no cuenta con un hospital y que carece del auxilio de los servicios de salud.
Clemente Calixto Martínez, médico tradicional con más de tres décadas de experiencia, es el encargado de dirigir las actividades, la mayoría de ellas, encaminadas en atender a la población más vulnerable de ese territorio mazateco que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), tiene poco más de 27 mil habitantes.
Para Clemente, organizar a 25 médicos tradicionales no ha sido tarea fácil, sin embargo, el respaldo del gobierno que encabeza Jesús García ha sido fundamental para comandar una de las misiones más importantes para su gremio en la actualidad: salvar a la población frente a una pandemia que, a nivel mundial, ha dejado más de 460 mil personas muertas.
Recordó que previo a la consolidación de su gremio hubo alcaldes que lo engañaron e incluso lo rechazaron, no obstante, cuenta que nunca perdió la esperanza en alguien que se interesara en su pueblo, toda vez que urgía organizar a los médicos tradicionales para ayudar a la gente en virtud de que la construcción del hospital no avanzaba.
Precisó que esa persona fue el extinto presidente Arturo García Velázquez, quien desde que asumió el poder hizo una extensa convocatoria de médicos tradicionales para sumarlos a una cruzada a favor de la salud, convirtiéndose en el primer alcalde en mostrar plena asistencia a la vida de su pueblo.
Gracias a esa convocatoria y al cumplimiento de la palabra de Arturo García, Don Clemente refiere que lograron consolidar un proyecto que daría vida a la constitución de la primera clínica de médicos tradicionales, misma que se gestó para reforzar el auxilio a la población.
Añadió que este anhelado proyecto les fue confirmado el día 22 de diciembre del 2019, un día antes de que el edil Arturo García perdiera la vida, pero que antes de morir, ya les había otorgado el espacio que albergaría la clínica-farmacia en donde pudieran atender a la gente.
Ahora, ya con una clínica y la materia prima básica pueden, incluso, producir en cápsulas tratamientos que abonen a la salud y hoy, sobre todo, que refuercen el sistema inmune para enfrentar al COVID-19.
Estableció que ahora Jesús García le ha dado continuidad al proyecto y se ha mantenido cerca de ellos para llevar a cabo acciones que refuercen, tanto las medidas sanitarias, como la atención puntual a la población que requiera de sus servicios. Y agregó que en el marco de esta pandemia han estado produciendo champús, jabones y gel anti bacterial para llevar, de manera gratuita, a las comunidades.
Por su parte el profesor Luis Santiago Mejía señaló que buscarán los medios para divulgar sus acciones como médicos tradicionales y adelantó que llevarán a cabo talleres en los diferentes espacios educativos para ir formando a jóvenes con conocimiento herbolario.
Asimismo refrendó su total solidaridad al gobierno de Jalapa de Díaz y precisó que en la actualidad su propósito es sumarse para ayudar a la gente frente a la pandemia.
En medio de su recurrente auxilio social, el médico tradicional Pedro Calixto alzó la voz a favor de su gremio a fin de buscar alguna beca que les ayude a amortiguar su economía, pues ellos, dice, también tienen la obligación de llevar el pan a su casa.
Hasta el día 20 de junio, Jalapa de Díaz registraba diez casos confirmados y dos defunciones a causa de la COVID-19. Y su hospital, una grosera herencia del exgobernador Ulises Ruiz Ortiz, se mantiene abandonado y en espera de que sea rescatado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien había prometido concluirlo en su primer año de gobierno.
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