COVID-19 enseña desigualdades para pueblos indígenas de México en el acceso a la información

Publicado: 17 Jul, 2020

*Experiencia en Chiapas, el tercer estado mexicano con mayor proporción de población hablante de lengua indígena en el país con un 27.9%
*En estados como Chiapas y Oaxaca, la población comunitaria ha generado medios de comunicación propios como la radio que en estos momentos de crisis ha sido un recurso de salud y vida

ACAMAYA/México
La campaña de difusión sobre el virus COVID-19 y las medidas de acción implementadas por el Estado mexicano ha sido errática y carente de perspectiva intercultural, asegura la antropóloga Sofía Huerta Noguera, becaria del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). Las acciones desplegadas por los tres niveles de gobierno han sido insuficientes para incluir a la población indígena en Chiapas. Una de las razones es el cerco informativo en comunidades indígenas, causado por la desigualdad y exclusión social. Debido a esto y como respuesta, algunas comunidades tuvieron que idear y efectuar sus propias estrategias para enfrentar la crisis de salud. La apropiación de la tecnología como la radio y las redes comunitarias han sido respuestas propias ante el abandono del Estado.

En su interesante artículo, publicado el 15 de julio en la página Chiapas Paralelo, Sofía Huerta menciona que la emergencia sanitaria causada por el COVID-19 agudizó las desigualdades para acceder a la información, no sólo en el sentido del acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación en zonas rurales, también al no informar de manera oportuna y en lengua propia. Frente a este contexto de omisión y abandono gubernamental de su derecho al acceso a la información en abril, un grupo de personas de origen tsotsil, tseltal, zoque, ch’ol de San Juan Chamula, Tenejapa, Marqués de Comillas y Palenque, solicitaron un amparo ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.


Hasta ese momento, las instituciones de gobierno no habían emitido información en lenguas indígenas sobre la enfermedad COVID-19. En particular en Chiapas, el tercer estado con mayor proporción de población hablante de lengua indígena en el país con un 27.9% de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), no había desplegado ninguna campaña dedicada a la población indígena originaria y residente del estado.
Como respuesta la juez federal Julissa González Rojas, exhortó al presidente López Obrador, al secretario de Salud Jorge Alcocer y al gobernador de Chiapas Rutilio Escandón acatar la resolución para brindar información en lengua indígena y de manera oportuna, veraz, apropiada y accesible a través de medios masivos de comunicación sobre las medidas y acciones sanitarias efectivas.


El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas difundió “acciones de información, prevención y mitigación en pueblos indígenas ante el COVID-19” además de publicar en mayo una “Guía para la Atención de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas ante la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-COV-2 (COVID-19)” en 61 lenguas indígenas. Adicionalmente, utilizó medios de información radiofónicos a través del Sistema de Radiodifusoras Culturales Indígenas, con la participación de los Sistemas Estatales de Radio y Televisión de la República Mexicana, y de otros medios públicos y privados.
El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas lanzó varios carteles con el texto “Quédate en casa”, así como videos y audios con las medidas de prevención y con la información de “Quédate en tu comunidad” en lenguas indígenas y publicaron en su sitio web un tríptico sobre cultura de la prevención también en lenguas. Además, asesoraron a la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) y colaboraron con intérpretes y traductores para producir spots radiofónicos que se transmitieron en emisoras con cobertura en regiones como la mixteca, la náhuatl, otomí, mazahua, zapoteca, chontal, maya, mayo y mixe.


Pero en Chiapas, no fue sino hasta el mes de junio que el gobierno estatal dio a conocer información sobre las medidas en ch’ol, tseltal y tsotsil.


El micrositio sobre coronavirus de la Secretaría de Salud de Chiapas contiene un conteo que es actualizado todos los días con el número de casos confirmados, sospechosos, negativos, recuperados, defunciones, las muestras procesadas y las que están pendientes por recibir resultado pero no se especifican cuántos de esos casos son indígenas, si se reconocen indígenas o si hablan alguna lengua, sólo tienen un mapa de casos por municipio. Por ejemplo, de acuerdo a ese mapa, Oxchuc registra únicamente un caso, sin embargo un joven tseltal de ese municipio aseguró a la becaria del CIESAS que recientemente se han tenido noticias de otras defunciones: “se habla de 40 personas en los últimos dos meses aproximadamente, bueno siempre en la negativa alegando que estas personas murieron por enfermedades crónicas o por vejez.” De esas muertes hay un sub registro en las estadísticas sobre la pandemia y no aparecen, agrega Sofía Huerta.


En Chiapas y en otros estados como Oaxaca, la población comunitaria ha generado medios de comunicación propios, como la radio que en estos momentos de crisis ha sido un recurso de salud y vida. Estos medios de comunicación apropiados y significados culturalmente, se inscriben en procesos de autodeterminación más amplios.
Estos actores sociales que se ocupan de contribuir a mitigar los efectos de la pandemia carecen de apoyo de las instituciones gubernamentales ignorando el rol central que estos medios de comunicación comunitarios tienen para cortar la cadena de transmisión. Las radios comunitarias en ese sentido, abonan a los procesos de comunicación comunitaria con base en sus intereses, usos, prácticas y necesidades locales elaboradas desde su cosmovisión. Esta autodeterminación tecnológica es parte de la lucha autonómica permanente de las comunidades para la apropiación y gestión de sus bienes comunes. La libre determinación sobre la tecnología, es una respuesta ante el cerco informativo sobre todo en contextos de emergencia sanitaria, menciona la antropóloga Huerta en su artículo.

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