RPP/Perú.- José Tijé Huarao, líder de la comunidad nativa arazaire, en la provincia de Tambopata (Madre de Dios), falleció ayer por la tarde víctima del coronavirus. El llamado “curaca”, de 81 años, padeció durante cinco días los síntomas del COVID-19 en su comunidad, situada en el sector de Mazuko, tras no poder encontrar atención médica.
Los familiares del líder indígena denunciaron que falleció en situación de abandono por parte del Estado. Su deceso causó profunda consternación entre los representantes de distintas comunidades nativas. “Se ha ido el último arazaire. José era uno de los últimos indígenas que fue sacado del monte para ser civilizado”, señaló a este diario Alfredo Vargas Pío, vicepresidente de la Federación Nativa del rio Madre de Dios y Afluentes (Fenamad).
A las condolencias se sumó el Ministerio de Cultura, que destacó su rol como defensor de los territorios indígenas. “El Ministerio de Cultura lamenta el fallecimiento de José Tijé Huarao, emblemático líder del pueblo indígena Harakbut y fundador de la comunidad nativa Arazaire, en Madre de Dios”, señaló a través de su cuenta de Twitter.
Asimismo, destacó que “impulsó la titulación de su comunidad y defendió su territorio” con apoyo de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad).
Los restos del Tije serán velados al interior de la comunidad Arazaire, en compañía de sus 11 hijos, nietos y bisnietos.
Legado
Durante su trabajo como luchador social por los derechos de los pueblos indígenas, en especial de su comunidad de Arazaire, Tije luchó sin tregua para que ésta sea titulada, algo que se concretó en 1987. También será recordado como un defensor de los territorios indígenas frente a las amenazas de actividades como la minería ilegal.
Arazaire fue una de las primeras comunidades reconocidas a escala regional en 1954. Tuvo un lugar honorífico durante la visita que hizo el papa Francisco a Puerto Maldonado en el 2018. Pertenece a la familia Lingüística harakmbut, una lengua que está en peligro de extinción. Tije tenía el reconocimiento social de ser el único arazaire que dominaba su lengua. “De todos mis hijos solo dos hablan Arazaire, pero no escriben. Mi temor es que mi cultura se pierda cuando yo muera” señaló alguna vez en vida.
La comunidad actualmente alberga a 20 familias, compuestas por 60 comuneros y 110 personas adultas. Ellos se dedican a la agricultura con sistemas agroforestales, para el cultivo de la yuca, la papaya, el platano, y el cultivo del cacao.
Tije tenía el reconocimiento social de ser el único arazaire que dominaba su lengua. “De todos mis hijos solo dos hablan Arazaire, pero no escriben. Mi temor es que mi cultura se pierda cuando yo muera” señaló alguna vez en vida (Foto: cortesía)
Por Manuel Calloquispe
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