PRENSALATINA/Brasil.- La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) calificó de humillante el trato recibido por una sala del gobierno, especie de gabinete de crisis, para debatir la lucha que se libra hoy contra la Covid-19 entre los nativos.
La APIB comunicó al Supremo Tribunal Federal (STF) que soportó durante esa degradante plática palabras disparatadas y discursos amenazadores.
Tal gabinete se creó después de la decisión del ministro del STF, Luis Roberto Barroso, de proteger la salud de los pueblos originarios y evitar la propagación del Covid-19.
‘La experiencia fue desastrosa, humillante y vergonzosa, una situación que ningún ciudadano merece pasar, especialmente ante las autoridades del gobierno brasileño’, denunció la entidad.
Medios periodísticos asegura que, en el caso de los aborígenes, la reunión por lo visto tenía por objetivo atacarlos e intentar intimidarlos, con un discurso discriminatorio e incitación al odio contra sus pueblos.
En tal sentido, la articulación cita el ministro de la Oficina de Seguridad Institucional, Augusto Heleno, y al secretario especial de Salud Indígena del Ministerio de Salud, Robson Santos da Silva.
Para la APIB, el discurso de Heleno durante el encuentro se puede clasificar de ‘altamente conflictivo’. En el intercambio dejó claro que el Gobierno de Jair Bolsonaro solo atenderá a los indígenas en las tierras demarcadas y que el resto serán tratados como ‘productores rurales’.
‘Un discurso totalmente inapropiado para los objetivos de la sala de situación, que pretende discutir situaciones de emergencia de pueblos indígenas aislados y el reciente contacto en este contexto de la pandemia de Covid-19’, apunta el texto enviado a Barroso.
La representación indígena denuncia de igual manera que que Santos da Silva utilizó un tono amenazador y vejatorio, además de llamarlos ‘cínicos, frívolos y cobardes’.
Para la articulación, el gesto significa que el Gobierno no estaría ‘ni siquiera interesado’ en escuchar colaboraciones técnicas que fueran sugeridas por los pueblos indígenas.
Hasta principios de julio, la APIB registró más de 10 mil 300 casos confirmados de coronavirus entre sus comunidades. La Secretaría de Salud Indígena (Sesai), del Ministerio de Salud, presentó un número menor en ese momento: seis mil 800 infectados.
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