Tragedia en Amazonas: pandemia y olvido en territorio indígena

Colabora: Administrador

Publicado: 23 Jul, 2020

OJOPÚBLICO/Perú.- En las palabras de Gerson Danducho hay historia pero también un dolor acumulado, silencioso, pero perceptible. Él lo llama olvido, y a lo largo de la conversación esa palabra adquiere dimensiones gigantes. “En el conflicto del Cenepa, contra Ecuador, nosotros defendimos al país, entregamos nuestra vida para proteger el territorio, todas las comunidades nos presentamos al Ejército, pero luego el Estado nos abandonó, igualito que en el Baguazo, igualito que ahora con el virus”, dice el Awajún de 42 años, natural de Nazareth, distrito de Imaza, provincia de Bagua, en Amazonas, una región del Perú perseguida por las desgracias: 32% de pobreza, 1.841 casos de VIH en los últimos 20 años, el quinto puesto en el país con mayor tasa de Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA) por cada 10 mil habitantes. 

Para entender lo que ocurre en Amazonas, región fronteriza con el Ecuador acechada por la Covid-19, hay que recurrir primero a la geografía y a las distancias. Ubicada en la zona norte del Perú, llegar a las comunidades indígenas de esta región es una travesía. Desde la capital Chachapoyas o desde Bagua, ciudades con aeropuertos, hay que viajar por tierra durante seis horas hasta Santa María de Nieva, que es el último lugar hasta donde se accede vía terrestre. El resto del viaje hacia las comunidades solo es posible por río. Puede demorar entre 5 y 6 horas o incluso varios días en el caso de las zonas más alejadas. 

El III Censo de comunidades nativas del 2017  indica que en Amazonas existen 316 comunidades indígenas Awajún ubicadas en los distritos de Imaza y Aramango (Bagua); Río Santiago, Nieva y Cenepa (Condorcanqui). En esta última provincia además hay 46 comunidades Wampís. El 16% de los habitantes de esta región son indígenas.

EN AMAZONAS EXISTEN 316 COMUNIDADES INDÍGENAS AWAJÚN UBICADAS EN LOS DISTRITOS DE IMAZA Y ARAMANGO (BAGUA); RÍO SANTIAGO, NIEVA Y CENEPA (CONDORCANQUI).

Los Awajún históricamente han sido un pueblo guerrero, que se enfrentó a los incas y a los españoles en varias ocasiones. “Ese carácter hizo que al inicio, cuando llegó el virus, no le hicieran caso, decían que ya iba a pasar esa gripe fuerte como le llamaban. Se trataban con plantas medicinales, pero luego se dieron cuenta que era algo serio”, relata desde Jaén, en la región de Cajamarca (frontera con Amazonas), el periodista Víctor Atausupa, de radio Kampagkis, una radio comunitaria con gran alcance en las comunidades awajún y wampis. Atausupa, al igual que el resto de sus compañeros del medio, se contagió de Covid-19 y lleva más de una semana en aislamiento domiciliario en Cajamarca, adonde llegó para tratarse debido a que el sistema de salud en Amazonas ya ha colapsado.

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EJEMPLO. Los enfermeros de los centros de salud de la red de Condorcanqui son personajes clave en estos momentos de la pandemia. 
Foto: Radio Kampagkis

Igual que en otras regiones con población indígena del país, en Amazonas una de las dificultades es la falta de información actualizada y desagregada sobre el avance del Sars-Cov-2 en pueblos indígenas. Recién desde el mes de junio el Ministerio de Salud ha incluido la variable étnica en vigilancia del Covid-19. 

El Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa) informa en su último reporte del 19 de julio que hay 2.461 indígenas contagiados y 19 fallecidos en esta región. La red de salud de Condorcanqui, la provincia con mayor presencia indígena en la región, señala en su último reporte del 17 de julio que solo en esta zona habían hasta esa fecha 1.633 Awajún y 136 wampís detectados con  Covid-19, y que registraba 33 indígenas fallecidos: 16 en Santa María de Nieva, 11 el el Cenepa y 6 en el Río Santiago. “Pero esas son solo cifras de los que han asistido a algún centro de salud, no considera a los que están en casa o fallecen en casa. Se habla de más de 100 fallecidos indígenas. El subregistro es bastante alto”, dice Atausupa. 

Mientras que en el distrito de Imaza, también mayoritariamente indígena (en la provincia de Bagua) se reportaron 963 casos. 

EN CONDORCANQUI HAY 1.633 AWAJÚN Y 136 WAMPÍS REPORTADOS OFICIALMENTE CON COVID-19, Y 33 INDÍGENAS FALLECIDOS

El Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) reporta 68 decesos por Covid-19 entre confirmados y sospechosos en la región Amazonas, entre el 29 de abril y el 29 de junio. La mayoría de las muertes fueron de ciudadanos de las provincias de Bagua y Condorcanqui. 

El director regional de Salud de Amazonas, Gorky Jave, admitió  a OjoPúblico que no hay precisión en los reportes y que la información no está desagregada por etnias, lo cual impide conocer la real dimensión del problema. “Generalmente se está poniendo mestiza a la población en su conjunto. Es una de las carencias que tenemos”, dijo. 

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GOLPEADA. La provincia de Condorcanqui es la más afectada por la pandemia, sobre todo las comunidades indígenas más alejadas de Santa María de Nieva. 
Foto: Radio Kampagkis

Escasa ejecución de los recursos económicos

Jonás Yu Samarín, indígena Wampís y técnico enfermero del puesto de salud de Chapiza, distrito de Río Santiago, provincia de Condorcanqui, dijo que no tienen pruebas rápidas y no pueden diagnosticar más casos. Las únicas pruebas les llegaron el 15 de junio, y fueron solo 75. Tampoco hay oxígeno suficiente para la alta demanda de pacientes en las comunidades. Por ese motivo, el director regional de Salud afirmó que desde el mes pasado contrataron la instalación de cuatro plantas de oxígeno para Bagua y Condorcanqui. “Las adjudicamos hace un mes y el plazo de entrega era de 60 días”, comentó.  

El retraso en la adquisición de medicamentos e insumos para el tratamiento del Covid-19 es constante en la región Amazonas. OjoPúblico revisó la ejecución presupuestal del gobierno regional y comprobó que de los S/ 22’103.765 destinados para el Covid-19 solo ha ejecutado el 31%. Entre los proyectos no ejecutados, pero con recursos económicos destinados, figuran el mantenimiento de hospitales en Bagua y Condorcanqui; la compra de concentradores de oxígeno y ventiladores mecánicos para Santa María de Nieva.

Mientras la inversión pública demora, en Condorcanqui el párroco jesuita David Samaniego, de Santa María de Nieva, impulsa una campaña de donación para adquirir una planta de oxígeno. La meta es recaudar S/ 400 mil, pero hasta ahora solo han conseguido S/ 160 mil. 

OJOPÚBLICO REVISÓ LA EJECUCIÓN PRESUPUESTAL DEL GOBIERNO REGIONAL Y COMPROBÓ QUE DE LOS S/ 22’103.765 DESTINADOS PARA EL COVID-19 SOLO HA EJECUTADO EL 31%.

Sobre la demora en la ejecución del presupuesto público, el director regional de Salud dijo que eso se debe a la ausencia de proveedores locales, y hay muchos trámites administrativos que cumplir. “Amazonas fue una de las últimas regiones atendidas debido a que tiene una población relativamente pequeña y como que no hay mucho interés en ella. No hay proveedores cerca y hemos tenido dificultades con los procesos administrativos”, dijo. 

El Ministerio de Salud informó que ha intervenido en comunidades indígenas de los distritos de Caballococha, Santa Clotilde, Trompeteros, San Lorenzo y Andoas (Loreto); Santa María de Nieva, Río Santiago, El Cenepa e Imaza (Amazonas); y Río Tambo (Junín). “Se han llevado 30.045 pruebas rápidas para la población indígena, y se ha entregado medicinas para el tratamiento del Covid-19 (ivermectina e hidroxicloroquina), así como 84.360 equipos de protección personal para el personal médico, mascarillas de uso comunitario, balones de oxígeno, nebulizadores y, 40 concentradores de oxígeno”, informaron.

Sin embargo, Amazonas continúa esperando la entrega de 110 concentradores de oxígeno del gobierno central, dijo el director de Salud, quien hizo un mea culpa por el retraso en la atención a las comunidades indígenas. Mientras tanto, Gerson Danducho -que sobrevivió a la guerra del Cenepa, al Baguazo y ahora al coronavirus- no entiende por qué el Estado no puede enviar médicos, medicinas y oxígeno a las comunidades indígenas. Lo dice no como un reclamo, sino más bien como una inquietud que espera una respuesta sincera.

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DIFICULTADES. Amazonas cuenta con escaso personal de salud, sobre todo en los puestos de las comunidades indígenas. Muchos se enfermaron con el Covid-19
Foto: Radio Kampagkis

La rápida expansión del virus

Gerson Danducho es coordinador del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) en Amazonas. En una amplia entrevista con OjoPúblico explicó que la veloz expansión del virus en la región fue por la falta de una respuesta inmediata del Estado. “Ha llegado tarde, cuando habían fallecido muchos hermanos indígenas. Sentimos que el gobierno solo nos mira como números, vemos puro conversatorio, puras reuniones virtuales, pero no hay un apoyo real para salvar vidas, no hay una acción rápida. Todos los puestos de salud están desabastecidos, los médicos infectados, hospitalizados en Chiclayo o en Lima”, dijo. 

Pero el director regional de Salud, Gorky Jave, comentó que además de la lenta respuesta del Estado, hay otras razones que explican la celeridad de los contagios. “Al inicio las comunidades indígenas tomaron muchas medidas, como aislarse y no permitir el ingreso de gente extraña. Había un control estricto por mantenerse a salvo del virus, pero lastimosamente esa situación cambió con el retorno de los migrantes. Mucha gente regresó a las comunidades, y lo hizo de forma irresponsable”, dijo.  

Se refiere a que muchos wampis y awajún volvieron  a sus comunidades indígenas e ingresaron el virus. Muchos ingresaron caminando y en balsas por la boca del Cenepa hasta Imaza sin cumplir los protocolos para evitar un contagio masivo. Llegaron cruzando fronteras clandestinas, empujados el miedo. A fines de abril se presentaron los primeros casos en comunidades indígenas. “Entonces se dispararon los contagios. Empezaron en Nieva y se diseminaron rápidamente”, explicó Gorky Jave.

LA REGIÓN AMAZONAS CUENTA CON UNA BRECHA DEL 82% EN INFRAESTRUCTURA EN EL PRIMER NIVEL DE ATENCIÓN.

Cuando los contagios fueron masivos apareció un segundo problema: el débil y abandonado sistema de salud de atención primaria. De acuerdo con el estudio de infraestructura en el sector salud publicado en enero de este año por el Minsa, la región Amazonas cuenta con una brecha del 82% en infraestructura en el primer nivel de atención. Es decir, de 490 establecimientos de salud, 402 tienen una infraestructura inadecuada para la atención. En la provincia de Condorcanqui esa brecha es del 88%, y específicamente en los distritos del Cenepa es de 90%, en Nieva 83% y en Río Santiago del 92%; mientras que en el distrito de Imaza (Bagua) es del 85%. 

“La mayor debilidad de capacidad resolutiva de los establecimientos de salud está en las zonas más distantes, en comunidades indígenas. Faltan recursos humanos, medicamentos, equipamiento. Son falencias históricas. La poca accesibilidad a comunidades del Alto Cenepa o del Alto Santiago las convierten en las más vulnerables, los profesionales de salud no pueden desplazarse hasta allá”, explicó el director regional de Salud. 

El difícil acceso y las enormes distancias entre comunidades indígenas no incentivan la búsqueda de personal de salud principalmente en las provincias de Condorcanqui y Bagua. Hace un mes la Diresa Amazonas lanzó una convocatoria para contratar 27 profesionales de salud para ambas provincias. No se presentó ningún médico ni especialista, solo 14 enfermeros y técnicos en enfermería. “Cuatro fueron enviados a Santa María de Nieva, pero al día siguiente de su llegada tres de ellos renunciaron y volvieron”, contó el director de salud.

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PEDIDOS DESESPERADOS. Los indígenas de Condorcanqui y Bagua han solicitado al gobierno prestarles urgente atención, pues carecen de pruebas rápidas y oxígeno en los centros de salud.
Foto: Radio Kampagkis

A la falta de especialistas se suma el impacto del virus en el personal de salud. Según el decano del Colegio Médico de Amazonas, Richard Flores, hasta el momento 36 médicos se han contagiado con Covid-19, y de ellos 10 continúan hospitalizados, incluso algunos debido a su delicado estado de salud han sido trasladados a hospitales de Lima.

“Algunos establecimientos de salud han sido cerrados, lastimosamente por no contar con los recursos humanos, por ejemplo el de Imaza, un centro de referencia para las comunidades indígenas, debido a que se contagiaron todos. Actualmente necesitamos 84 profesionales de la salud: 36 para equipos de respuesta rápida en toda la región; y 48, entre médicos y técnicos en enfermería, para el hospital Santa María de Nieva”, dijo el director de salud.

Antes del Covid-19, los pueblos indígenas de Amazonas ya enfrentaban un incremento en los casos de suicidios y una epidemia de VIH. Según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, hasta el 24 de junio de este año en la región Amazonas se registraron 45 casos de VIH, una enfermedad que se ha incrementado desde el 2000 cuando se reportaron 13 casos; mientras que el año pasado la cifra fue de 197 casos. 

ANTES DEL COVID-19, LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE AMAZONAS YA ENFRENTABAN UN INCREMENTO EN LOS CASOS DE SUICIDIOS Y UNA EPIDEMIA DE VIH.

Sobre los suicidios, un reporte de la Defensoría del Pueblo sobre salud en pueblos indígenas, del 2015 sostiene que “se han presentado casos de mujeres mayormente jóvenes adolescentes que recurren a la ingesta de veneno o plantas venenosas, como el barbasco. En  algunos establecimientos de salud locales cuentan con registro de fallecidos por suicidio, todas las víctimas fueron mujeres, con una edad promedio de 18 años. La mayoría de casos se ha presentado en el pueblo Awajún.

Los desafíos ante la pandemia

La Red de Salud de Condorcanqui  administra tres microrredes (Nieva, Galilea y Huampami,) y 62 establecimientos de salud en toda la provincia. En total atiende a  54.103 habitantes, distribuidos en 246 comunidades indígenas y localidades donde también vive población mestiza. El tiempo para llegar de una comunidad a otra puede demorar entre 10 y 12 horas, y en extremo de 5 a 8 días. “Eso dificulta llevar medicinas, no hay carreteras para conectarse. La única forma de acceso es fluvial: llegar a una comunidad, caminar largos tramos y volver a navegar por río”, dijo el hasta hace poco gerente subregional de Condorcanqui,  Herminio Vásquez. 

La provincia de Condorcanqui, que representa el 52% del territorio de la región Amazonas, padece lo que Antonio Naragkas llama olvido histórico. Él es un técnico en enfermería de la etnia Wampis y labora desde hace 30 años en la microrred de salud de Candungos, distrito de Santiago. “El abandono no es en esta pandemia, sino de mucho tiempo atrás. No tenemos equipos de protección personal, mandiles; ni oxígeno, tenemos un balón prestado, no tenemos equipos médicos”, dijo a OjoPúblico

Amazonas es una región de frontera que siempre ha estado en permanente conflicto. En enero de 1995 la guerra del Cenepa enfrentó a Perú y Ecuador, y los indígenas tuvieron un papel importante  porque conocían la zona, los ríos y los caminos más estratégicos. No solo formaron parte del ejército peruano, como el caso de Gerson Danducho, sino que también sirvieron como guías de los soldados y personal que cargaba alimentos, armamento y municiones a lo largo de la Cordillera del Cóndor. Aún hoy muchos de ellos, en su búsqueda de oportunidades, se enrolan voluntariamente a las Fuerzas Armadas y son enviados a los puestos fronterizos de control o incluso al valle cocalero más peligroso del país, el VRAEM.

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DEUDA HISTÓRICA. Amazonas no solo ha sobrevivido al conflicto del Cenepa, sino también al Baguazo y al olvido sistemático del Estado peruano. 
 Foto: Radio Kampagkis

Uno de los últimos conflictos en Amazonas ocurrió hace 11 años,  cuando el mismo Estado quiso imponer mecanismos legales que afectaban sus derechos territoriales y colectivos. Ese 5 junio del 2009, un enfrentamiento de varios días entre indígenas, policías y militares, conocido como el “Baguazo” provocó la muerte de 33 personas y la desaparición de un policía.  

En aquel conflicto destacaron los líderes Alberto Pizango y Santiago Manuin. Este último recibió 8 disparos de bala, pero se recuperó y en los años siguientes continuó liderando la defensa de los derechos indígenas. El hombre que sobrevivió al violento conflicto y se sobrepuso al abandono del Estado  falleció el pasado 1 de julio a los 63 años víctima de la Covid-19. En una de las últimas entrevistas que Manuin dio habló sobre una subrepticia discriminación del Estado hacia los indígenas. “Hay una forma discriminatoria, racista, donde el gobierno no quiere escuchar a los indígenas que porque somos del bosque y somos pobres”, dijo.

Esa misma discriminación es la que siente Gerson Danducho y Jonás Yu. Aunque este último aún guarda esperanza de que el Estado los atienda pronto: “Escuchamos por radio que el gobierno central ya ha cambiado su gabinete y ese nuevo gabinete ha decidido ayudar al pueblo de Amazonas. Por eso estoy alegre, porque ha pasado mucho tiempo y ojalá se acuerden de los que habitamos acá”, dijo después de haber narrado con indignación el panorama en una región perseguida por las desgracias.

En las últimas semanas, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) ha reportado en una base de datos que ellos mismos están construyendo a partir de la información de cuadros clínicos e informes de las Diresas que hay 15 mil indígenas en la Amazonía con Covid-19, y más de 1.000 fallecidos.

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