LARAZÓN/Región.- De 400 pueblos indígenas que habitan la Amazonía, el virus penetró en 172. Oxfam llama a los gobiernos latinoamericanos a tomar medidas contundentes para proteger y garantizar los derechos de poblaciones indígenas. La vida de 45 millones de personas que pertenecen a más de 800 pueblos indígenas está en peligro, según se denuncia en el informe: Evitar el etnocidio: pueblos indígenas y derechos territoriales en crisis frente a la COVID- 19 en América Latina que auspicia esta organización.
Lejos de los hospitales y de la atención mediática, los indígenas latinoamericanos enferman y mueren sin acceso a los medios esenciales para protegerse. Se enfrentan a la pandemia en condiciones de exclusión social, racismo y discriminación, poniendo en evidencia desigualdades históricas y una precariedad extrema en los servicios básicos y de salud.
El informe de Oxfam señala que la región amazónica es una de las más afectadas, porque de los 400 pueblos indígenas que la habitan, el virus ha penetrado ya en 172, a mediados de julio. Según las cifras, en estas comunidades el impacto es mayor. En solo dos meses, los efectos del COVID-19 han multiplicado por nueve el número de fallecidos entre la población indígena, pasando de 113 a 1.018; un incremento que duplica al registrado entre la población en general.
Esta alarmante cifra de fallecimientos entre la población indígena revela que “los efectos de la crisis sanitaria y económica agudizarán las desigualdades estructurales y la exclusión social que ya sufren los pueblos indígenas, y en especial las mujeres y las personas desplazadas y refugiadas”, explica el director regional de Oxfam en América Latina y el Caribe, Asier Hernando Malax-Echevarría.
En el contexto de esta crisis, mujeres indígenas sufren una triple discriminación: por ser mujeres, indígenas y pobres; porque en estos momentos de crisis por la pandemia, las responsabilidades de cuidado, que generalmente asume la mujer, aumentan y se vuelven aún más costosas, por lo que implican mayor riesgo de contagio. También tienen menor acceso a la atención sanitaria y a la información en sus propias lenguas.
Otro problema que afecta a esta población es la alta tasa de mortalidad entre personas adultas mayores, lo cual tiene consecuencias muy graves por la pérdida de liderazgos y referentes históricos claves para la sobrevivencia de los pueblos indígenas.
“La actual situación que vivimos los pueblos indígenas de América Latina es de mucha preocupación, ya que el impacto que la pandemia del COVID-19 está ocasionando en nuestras comunidades es crítica, principalmente en la salud de sus habitantes. Es urgente que los gobiernos y Estados atiendan, de una manera diferenciada, a nuestra población. Así mismo, es necesario tener a mediano y largo plazo, la ejecución de programas y proyectos culturalmente adecuados para minimizar el impacto económico que esta pandemia provocará en los pueblos y comunidades indígenas de la región”, afirma Jesús Amadeo Martínez Guzmán, coordinador general del Foro Indígena Abya Yala (FIAY).
RESPUESTAS. Ante la inacción de los gobiernos para proteger y garantizar los derechos de estas poblaciones más antiguas del continente, los pueblos indígenas han tenido que tomar la iniciativa de establecer medidas de autoprotección y aislamiento, protocolos de respuesta, materiales divulgativos, redes de solidaridad y seguimiento de los casos. Además, mantienen sus propias prácticas de medicina tradicional y producción de alimentos básicos.
Lamentablemente, las medidas de autoprotección de las comunidades indígenas no siempre cuentan con apoyo estatal ni de las empresas que de forma legal o ilegal se establecen en sus territorios.
Empresas mineras y petroleras, agroindustriales y forestales mantienen sus operaciones sin asumir medidas adecuadas de protección contra el contagio en los territorios indígenas. Asimismo, los actores ilegales que penetran el entorno de estos pueblos también representan un altísimo riesgo de transmisión del virus. Estos agentes llevaron personal contagiado a dichos espacios y enferman a quienes allí habitan. Además, las actividades extractivas contaminan sus aguas y tierras.
RECOMENDACIONES. Para enfrentar a la pandemia de COVID-19 y evitar un etnocidio de los pueblos indígenas, Oxfam insta a los gobiernos latinoamericanos a coordinar con las autoridades indígenas el suministro urgente de equipos de protección y pruebas de diagnóstico, asegurar el acceso a atención sanitaria, agua y alimentos, sobre todo, a las personas más vulnerables, y garantizar el cese de la violencia y el respeto a los derechos humanos. También la organización hace un llamado a respetar y apoyar los cordones sanitarios en los territorios y suspender toda actividad que suponga un riesgo de contagio.
“En el mediano y largo plazo los gobiernos de la región deben adoptar las medidas pertinentes para proteger a esta población y realizar las inversiones necesarias para mitigar los efectos socioeconómicos de la crisis sanitaria entre los pueblos indígenas. También deben impulsar las medidas necesarias para reducir las brechas en el acceso a la salud y el agua; así como garantizar los derechos territoriales colectivos y superar el modelo de crecimiento basado en el extractivismo y la sobreexplotación de los recursos naturales, que tienen efectos nocivos sobre la vida de las comunidades y el medio ambiente”, señaló el director regional de Oxfam en América Latina y el Caribe, quien cita las recomendaciones del informe presentado.
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