VALOROCMPARTIDO/Región.- Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, la UNESCO presentó diferentes iniciativas con miras a apoyar a los Estados Miembros en los esfuerzos que llevan a cabo para atenuar la repercusión del cierre de los centros educativos, en particular en las comunidades vulnerables y desfavorecidas.
Estos cierres incrementan las desigualdades de aprendizaje y afectan de manera desproporcionada a los niños y jóvenes, incluidos los pueblos indígenas.
A pesar de que el suministro de Internet ha experimentado un desarrollo importante en los últimos decenios, solo el 58,7 % de la población mundial tiene acceso a la red: en diciembre de 2019, 3.200 millones de personas tenían acceso a ninguna conexión. Una gran parte de esta vive en regiones rurales o montañosas, de difícil acceso, o en zonas urbanas en condiciones de pobreza extrema.
¿Qué hace la UNESCO para garantizar el acceso de los pueblos indígenas al aprendizaje?
La UNESCO presentó en marzo de 2020 una respuesta a los trastornos de la educación debidos al COVID-19, así como diversas iniciativas para hacer frente a esta crisis sin precedentes del aprendizaje. Asimismo, la Organización creó la Coalición Mundial para la Educación con miras a generalizar las prácticas idóneas en materia de enseñanza a distancia y llegar a todos los niños y jóvenes más expuestos a la crisis.
También creó un repertorio de plataformas e instrumentos de aprendizaje a escala nacional para favorizar la continuidad de los planes de estudio. Nueva Zelandia proporcionó varios ejemplos de acciones específicas a la COVID-19 y centradas en las poblaciones indígenas con el objetivo de garantizar el acceso universal a los cursos impartidos en el marco del programa escolar (tomando en cuenta las especificidades lingüísticas por parte de los canales de televisión que transmiten en inglés y en maorí, por ejemplo, Ki te Ao Mārama).
En Canadá, la plataforma de aprendizaje en casa Nunavut Angirrami Illinniarniq propone un acceso gratuito a ciertos recursos pedagógicos que se utilizan en las escuelas. En este momento, se hace hincapié en la disponibilidad de los recursos en inuit para las familias.
Ha creado páginas web dedicadas a las respuestas a la COVID-19 a escala regional, fundamentalmente en la región de América Latina y el Caribe, en donde la UNESCO ha respondido al llamamiento de las organizaciones indígenas con miras a que se adopte una estrategia basada en los derechos para combatir la pandemia, en conformidad con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
La Organización aboga por la inclusión de los conocimientos y las culturas indígenas en la concepción y aplicación de iniciativas con miras a proteger a la población, mejorar la conectividad y el acceso a los dispositivos móviles en las comunidades rurales y remotas para mantener la enseñanza a distancia y en línea, así como garantizar la disponibilidad de los materiales pedagógicos e informativos sobre la COVID-19 en las lenguas indígenas.
La Oficina Regional de la UNESCO en Lima ha proporcionado apoyo a las diferentes medidas que se han tomado en el ámbito educativo para dar respuesta a las actividades académicas presenciales. El programa Aprendo en casa propone a todos los educandos que la enseñanza formal de los contenidos pedagógicos que difunden los medios de comunicación digitales, la televisión y la radio. Estos contenidos están disponibles en 10 lenguas indígenas, así como en el lenguaje de signos.
La UNESCO ha preparado un Marco para la reapertura de las escuelas con miras a volver a abrir los centros educativos prestando atención particular a los educandos de medios desfavorecidos, entre los que figuran aquellos que pertenecen a las comunidades indígenas. La reapertura de las escuelas implica múltiples desafíos entre los que figuran: dar prioridad a los grupos a los que están destinados (en función, por ejemplo, del medio socioeconómico, del nivel de enseñanza, etc.), fijar el calendario escolar, organizar el proceso de enseñanza y de aprendizaje manteniendo el distanciamiento físico y social, gestionar el ausentismo y el abandono escolar, hacerse cargo de los grupos con necesidades específicas, aplicar medidas sanitarias, etc.
Para más información sobre la respuesta de la UNESCO a los trastornos de la educación debido al COVID-19 puedes visitar su portal web (ir a la web).
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