CHIAPASPARAELO/Región.- Circula el informe conjunto de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) sobre COVID-19 y su situación en América Latina y El Caribe. De entrada, el informe advierte lo que hemos escrito en varios textos para Chiapas Paralelo: la desigualdad social es el problema central que enfrenta América Latina y El Caribe, que ocupa como macro región, el triste primer lugar mundial en desigualdad social. El informe reconoce que en El Caribe han logrado controlar la propagación del virus, pero no así en el continente. ¿A qué se debe esta situación? Partamos de que la conclusión principal del informe es, cito: “La conclusión principal de este documento es que, si no se controla la curva de contagio de la pandemia, no será posible reactivar la economía de los países. Así mismo, se indica que tanto el control de la pandemia como la reapertura económica requieren liderazgo y una rectoría efectiva y dinámica de los Estados, mediante políticas nacionales que integren políticas de salud, políticas económicas y políticas sociales” (página 1). Termina este Prólogo del informe CEPAL/OPS con el exhorto a los líderes políticos, a las autoridades de salud, a los académicos y a la sociedad en general, para que analicen con serenidad las evidencias y en base a ello, se dicten las medidas adecuadas, teniendo a la igualdad en el centro de atención, en la región más desigual del mundo. Firman el informe Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL y Carissa F. Ettienne, Directora de la OPS.
En el cuerpo del informe se destaca el hecho de que la pandemia COVID-19 se presenta en su manifestación más grave a nivel mundial en América Latina y El Caribe, que además de ser la macro región más desigual en el planeta es la más urbanizada del antes llamado “tercer mundo”. En el contexto de infradesarrollo de ese “tercer mundo”, la CEPAL proyecta una caída del 9,1% del Producto Interno Bruto (PIB).La consecuencia de ese brutal descenso del PIB es que el actual desempleo del 8.1% pasará al 13.5% en lo que resta del año. Traducido el porcentaje a números redondos, estamos ante una realidad en la que 45 millones de personas pasarán al desempleo en Latinoamérica. En consecuencia, la tasa de pobreza aumentará un 7.0% en lo que resta del actual 2020 hasta alcanzar el 37.3% de pobres, es decir, 231 millones de personas, de las cuales, 96 millones estarán en condiciones de hambre, mortandad, desesperanza, lo que usando un eufemismo llaman “pobreza extrema”. Para colmo, la crisis afectará de manera más brutal a las mujeres, porque son ellas mayormente las que se ocupan de las actividades más golpeadas por las medidas de distanciamiento social y cuarentenas. Por si eso no bastara, el confinamiento ha intensificado la violencia en contra de las mujeres, incluyendo los feminicidios, es decir, los crímenes de odio. La pandemia ha dejado al descubierto los peores rasgos de la humanidad y en particular en América Latina, del patriarcado capitalista. A esta terrible situación de las mujeres, agreguemos la condición de total vulnerabilidad de los pueblos indígenas y de las poblaciones Afros. Los primeros alcanzan los 60 millones de personas, es decir, más o menos el 10% de la población total latinoamericana. Por su parte, el sector Afro está configurado por 130 millones de personas, estos es, el 21% de la población total de América Latina y El Caribe. Por supuesto, y lo dice con claridad meridiana el informe, la crisis intensificará las pésimas condiciones de vida de los masivos contingentes de migrantes y de los refugiados.
A esta situación social tan descarnada, que caracteriza a la América Latina y El Caribe, agréguese el abandono de los sistemas de salud pública y la impresionante corrupción en este sector, como lo ha demostrado el combate a la corrupción en México. La pandemia ha dejado en evidencia la mala alimentación, el exceso en el consumo de refrescos, el fracaso de los sistemas de educación, la cantidad de enfermedades que sufre la población latinoamericana y caribeña, incluyendo-digo yo-a la terrible plaga de las cleptocracias en el poder en la mayoría de nuestros países. De esta manera, la pandemia afecta a la sociedad en su conjunto y altera la vida de millones de seres humanos. Piénsese en el caso de México, el desastre total que hubiese significado la pandemia en el marco de gobiernos neoliberales, que de inmediato hubiesen privilegiado el negocio a base del sufrimiento humano.
El informe de la CEPAL/OPS es claro: mientras no exista una vacuna eficaz y medicinas para el tratamiento del COVID-19, no queda más que insistir en la sana distancia, las cuarentenas, el lavado constante de las manos, el uso del tapabocas, evitar las aglomeraciones, es decir, lo que se dice diariamente en las conferencias sobre COVID-19 de las tardes y transmitidas por los canales de gobierno. Si se lee el informe de la CEPAL/OPS más los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de escucharse la opinión de médicos alrededor del mundo, se verá que no hay grandes diferencias con las indicaciones oficiales del Gobierno de México. La intención de politizar a la pandemia es grave, sin que ignoremos que la propia pandemia ocurre en contextos políticos diferentes. El análisis de la actual situación en México no puede obviar el desastre que dejaron los gobiernos del llamado “período neoliberal” en el cual la política fue entendida como una forma de “hacer negocios” sin arriesgar el propio patrimonio, sino haciendo uso de los recursos públicos. Los resultados del abandono de la salud pública, como una obligación del Estado, están a la vista en nuestro país: las muertes que ocurren no tanto por la pandemia en sí misma, sino por la obesidad (México es el país del mundo con mayor obesidad infantil), la diabetes, el tabaquismo, a lo que se une el abandono de los hospitales y la simulación, como ocurrió en Chiapas con la “inauguración” del Hospital de las Culturas en San Cristóbal, al que pasada la inauguración, dejaron en completo abandono.
El Informe sobre el COVID-19 de la CEPAL/OMS es importante de analizar. Nos queda un largo camino por andar para erradicar a la actual pandemia, no sólo en México sino en el mundo. Se acercan las elecciones en México y ello configura un panorama propicio para los oportunismos políticos. Confiemos en que la sociedad en su conjunto sabrá aplicar el sentido común para distinguir quién es quién en momentos tan especiales como los que vivimos.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 8 de agosto, 2020.
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