FRANCE24/Brasil.- Desde el inicio de la pandemia, en Brasil han fallecido al menos 352 indígenas que viven en aldeas aisladas. Además, se han producido cerca de 21.000 contagios, según datos oficiales de la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai). En la reserva indígena de los Yanomami culpan a los buscadores de oro por la propagación del virus y critican con dureza una operación de las Fuerzas Armadas en marzo.
Para intentar frenar el avance de la enfermedad en las reservas indígenas, las Fuerzas Armadas lanzaron el pasado mes de marzo la ‘Operación Covid-19’, en la que participan 34.000 militares junto a los técnicos del Sesai, un órgano ligado al Ministerio de Sanidad.
A principios de julio una parte de este contingente visitó las tierras yanomami, situadas en el extremo norte de Brasil, en la frontera con Venezuela. Se trata de una de las reservas más grandes de Brasil. En sus 96.000 kilómetros cuadrados, equivalentes al tamaño de Portugal, viven 28.000 yanomami repartidos en 366 aldeas.
El objetivo era abastecer a los indígenas con cuatro toneladas de medicamentos y material sanitario, realizar tests rápidos para detectar eventuales focos de coronavirus y, al mismo tiempo, ofrecer consultas de medicina familiar, pediatría y ginecología para que los indígenas no tuviesen que desplazarse hasta la capital Boa Vista, situada a 950 kilómetros de distancia, en busca de atención médica.
Los yanomami achacan la propagación del virus a los 20.000 buscadores de oro que invaden ilegalmente sus tierras en busca del precioso metal. La cifras oficiales aumentan cada día, al final de la grabación de este reportaje solo en esta reserva se habían registrado 305 contagios y cuatro muertes. Además, algunos líderes también critican este tipo de operaciones en plena pandemia porque según ellos contribuyen a diseminar la enfermedad.
«La visita fue una falta absoluta de respeto»
“Antes de la llegada de las Fuerzas Armadas había cuatro indígenas con el virus. Durante la visita oficial se formaron muchas aglomeraciones y estos yanomami se mezclaron con varias personas. El virus se propagó entre la población”, asegura Júnior Yanomami, presidente del Consejo de Distrito de Salud Indígena.
Este joven líder denunció la Operación Covid-19 en sus tierras ante la Fiscalía General que enseguida abrió una investigación para averiguar si las Fuerzas Armadas violaron el aislamiento voluntario de los pueblos indígenas, su única protección contra el coronavirus, y si además fue distribuida la polémica cloroquina para tratar esta enfermedad.
Según Júnior Yanomami, 40 nuevos casos de coronavirus fueron confirmados tras la salida del Ejército de la reserva yanomami, un dato que el Ministerio de Sanidad niega. “No era el momento adecuado para entrar en los territorios indígenas. La manera en que fue hecha la visita fue una falta absoluta de respeto. Visitar las tierras yanomami en medio de la pandemia es muy peligroso. El Ejército quiso hacer una operación marketing del Gobierno federal, una acción de propaganda”, señala este dirigente.
A principios de julio un tribunal federal determinó que el Ejecutivo brasileño debe retirar de las tierras yanomami a los buscadores de oro, un sector que el presidente Jair Bolsonaro ha apoyado públicamente en varias ocasiones. Nada concreto se ha hecho desde entonces, mientras a la lucha contra el garimpo ahora se suma la dura batalla contra el coronavirus.
Si se incluye a los indígenas residentes en las ciudades, las cifras de contagios y decesos por Covid-19 son más elevadas: 717 muertos y unos 27.000 casos confirmados, según la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib).
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