NTR/México.- Comunidades indígenas enfrentan el COVID-19 sin infraestructura, personal médico ni apoyo de las autoridades.
En Pueblo Nuevo Sitalá, comunidad tzeltal de 4 mil habitantes en los Altos de Chiapas, a más de 4 horas en automóvil de San Cristóbal de las Casas, de abril a julio murieron unas 30 personas.
Todos en el pueblo sospechan que estaban infectados de COVID-19, pero no hay certeza porque a ninguno le aplicaron la prueba, dice Rodrigo Mayorga, integrante de la asamblea ejidal.
Ninguna autoridad sanitaria ha visitado la localidad para aplicar pruebas o revisar a los enfermos.
Un situación similar tiene lugar en la Costa Chica de Guerrero. De mayo a principios de agosto han fallecido 17 personas con síntomas del coronavirus en comunidades del municipio de Tecoanapa.
El dirigente campesino Abel Gallardo afirmó que Salud estatal no ha acudido a estos pueblos para realizar una investigación sanitaria y hacer pruebas para detectar si las personas murieron por COVID y si otras ya fueron contagiadas.
Por: Mariana Morales y Jesús Guerrero
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