VATICANNEWS/Región.- La región de la Panamazonía superó el millón de personas infectadas y con más de 25 mil fallecidos. Estos son unos números escalofriantes, si tenemos en cuenta que estamos hablando de una población de 33 millones de personas. En el caso de los pueblos indígenas, el último informe semanal habla de 47.623 contagios y 1.556 fallecidos.
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en el último informe sobre la pandemia del Covid-19 en este territorio informó que hay 1,027,717 casos positivos y 25,717 personas fallecidas.
Según Repam, se trata de una cifra decididamente elevada, «teniendo en cuenta que estamos hablando de una población de 33 millones de personas», repartida en una zona muy extensa, con baja densidad de población. «Si fuera un país – continúa Repam – sería el cuarto del mundo en ser infectado». En cuanto a los pueblos indígenas que viven en sus reservas, el último informe semanal habla de 47.623 infectados y 1.556 muertos.
Si bien el ritmo de los contagios pareciera ser más lento, la región de América Latina aún mantiene un nivel de crecimiento que es alarmante. En las últimas semanas la pandemia ha superado los siete millones de casos de coronavirus, según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins. Brasil sigue a la cabeza (3.860.000 casos), seguido del Perú (647.000), Colombia (608.000), México (596.000) y Chile (410.000). Argentina 417.735 (el país se encuentra hacia el final del invierno y es donde el número de casos está creciendo en los últimos días). Los casos en el Paraguay (que también está luchando con la temporada de invierno) y en las islas del Caribe van en aumento, aunque con cifras más bajas.
La doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en una rueda de prensa realizada el 25 de agosto llamaba la atención sobre lo que está sucediendo en Latinoamérica: “En las últimas seis semanas, se ha duplicado el número de muertes en nuestra Región y se ha más que duplicado el número de nuevas infecciones por COVID-19 notificadas, pasando de 5,3 millones al 1 de julio a más de 12 millones de casos al día de hoy”, y continúa: “Sin embargo, durante ese mismo período, sucedió todo lo contrario. Los países han relajado gradualmente las restricciones, han reanudado el comercio y algunos se están preparando para regresar a la escuela”.
Para la doctora Etienne hay una desconexión entre las decisiones de los gobiernos y el comportamiento de la pandemia. A esto añade que el grupo de edad donde se están multiplicando los casos es entre los adultos jóvenes, aunque son los mayores quienes presentan más fallecidos. Por eso insistió:
““Este virus estará con nosotros por algún tiempo. Sin una vacuna, estará con nosotros durante años. Esta no será una guerra que ganaremos en una sola batalla, sino que serán muchas las batallas que deberemos librar”.”
Amenazas sobre la Amazonía
En el caso de los países que comparten la Amazonía, las pandemias y las epidemias no son nada nuevo. Y al igual que en otros momentos de la historia, se pone en evidencia la actitud de los gobiernos a ignorar el derecho a la salud y al bienestar de los pueblos que viven allí.
La REPAM subraya el compromiso de la Iglesia Católica en este tiempo en que los indígenas están viendo diezmada su población a causa del Covid-19. Son muchas las acciones que buscan preservar la vida, principalmente la de los adultos mayores, depósito de sabiduría ancestral y cultural.
La REPAM subraya que, a pesar de la pandemia, las amenazas contra los territorios y sus pueblos no ha cesado. La depredación de los recursos madereros, minerales y animales continúa. Los incendios están presentes desde hace varias semanas, destruyendo los bosques y a toda vida que los habita.
El Papa y el cuidado del territorio y de quienes lo habitan
El Papa Francisco en el mensaje del Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, expresó su preocupación por lo que sucede en los territorios: “no debemos olvidar la historia de explotación del sur del planeta, que ha provocado una enorme deuda ecológica, principalmente por el saqueo de recursos y el uso excesivo del espacio medioambiental común para la eliminación de residuos”.
““Hoy la voz de la creación nos urge, alarmada, a regresar al lugar correcto en el orden natural, a recordar que somos parte, no dueños, de la red interconectada de la vida.”
Seguidamente, el Papa Francisco afirma: “Las comunidades indígenas deben ser protegidas de las empresas, en particular de las multinacionales, que, mediante la extracción deletérea de combustibles fósiles, minerales, madera y productos agroindustriales, «hacen en los países menos desarrollados lo que no pueden hacer en los países que les aportan capital» (LS, 51). Esta mala conducta empresarial representa un «nuevo tipo de colonialismo» (S. Juan Pablo II, Discurso a la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, 27 abril 2001, citado en Querida Amazonia, 14), que explota vergonzosamente a las comunidades y países más pobres que buscan con desesperación el desarrollo económico”.
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