ELDIVISADERO/Región.– En relación a las condiciones de salud de los pueblos indígenas en el contexto latinoamericano, diversos estudios muestran que esta población sufre una alta prevalencia de diferentes enfermedades y problemas de salud, como mal nutrición por exceso, además de la incidencia cada vez más frecuente de hipertensión (HTA) en adultos, diabetes mellitus tipo 2, obesidad y enfermedad renal, sumados a la persistencia de enfermedades infecciosas como la tuberculosis.
En relación a las especificidades de estas condiciones epidemiológicas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más del 50 % de los indígenas mayores de 35 años padece diabetes tipo 2. Además, los pueblos indígenas experimentan altos niveles de mortalidad materna e infantil, desnutrición, afecciones cardiovasculares, VIH/SIDA. Este antecedente refuerza la acepción de que los pueblos indígenas tienen una salud mucho más precaria, más probabilidades de quedar discapacitados y de que su calidad de vida disminuya y, en última instancia, de morir más jóvenes que los demás pueblos, explica la ONU y que por lo tanto se vean mucho más afectados por Covid-19 que la población no indígena del país (https://www.filac.org/wp/comunicacion/actualidad-indigena/pueblos-indigenas-los-mas-vulnerables-frente-el-avance-del-coronavirus-en-america-latina/)
Este perfil de salud, de acuerdo a estudios epidemiológicos efectuados por MINSAL (2007 al 2015), también es compartido por la población indígena de Chile, quienes presentan un “patrón epidemiológico de transición prolongada y polarizada, en que persisten simultáneamente altos niveles de infecciones comunes, enfermedades degenerativas-crónicas y lesiones, en un contexto de agudización de las desigualdades sociales en materia de salud”. Tales comorbilidades hacen que estas personas sean más vulnerables a las complicaciones que está generando la enfermedad por Covid 19, lo que genera preocupación sobre cómo podría comportarse la epidemia en la población indígena, en términos de evolución y gravedad.
La situación de salud de los pueblos indígenas por enfermedades infecto-contagiosas introducidas ya es grave, debido a su alta prevalencia, a servicios de salud distantes, que no han incorporado la pertinencia cultural a la atención de salud de poblaciones culturalmente diversas, donde en muchas ocasiones persisten barreras de acceso y barreras de aceptabilidad. Un contexto de pandemia por Covid-19 agravaría más esta situación. Los pueblos indígenas son, en este sentido, una población en alto riesgo. No existen datos de lo que pasó en zonas indígenas de Chile con las anteriores pandemias. Sin embargo, se sabe que en el caso del H1N1 [gripe A], los datos de Estados Unidos, Australia y Canadá las tasas de mortalidad para los indígenas fueron de tres a siete veces más alta comparados con los no indígenas.
Otro antecedente que se suma a este complejo escenario, es la condición socioeconómica de la población indígena. De acuerdo a datos entregados por la Encuesta CASEN 2017, el 14,2 % de las personas pertenecientes a pueblos indígenas se encuentran en una situación de pobreza por ingreso, en comparación con el 8,0% para población no indígena. Así también, el 30,3% de la población indígena se encuentra en situación de pobreza multidimensional, presentando una brecha de 10,5% respecto de la población no indígena. Respecto de su situación de saneamiento ambiental, en muchas comunidades rurales hay ausencia de servicios básicos lo que agudiza las condiciones de vulnerabilidad frente a la actual emergencia sanitaria por Covid-19.
Se requiere difundir materiales y mensajes educativos con pertinencia cultural que incluyan temas como qué hacer si se presentan síntomas asociados a Covid-19, medidas de cuarentena, residencias sanitarias, nuevos protocolos ministeriales, uso de mascarillas, riesgos de realizar actividades masivas y comunitarias, como ejercer la espiritualidad y prácticas culturales en contexto de emergencia sanitaria, funcionamiento del sistema de salud en situación de emergencia sanitaria por Covid-19, asegurando que los mensajes lleguen a los grupos de mayor vulnerabilidad.
En este contexto, de mayor vulnerabilidad y de determinantes sociales que afectan especialmente los resultados de salud de los pueblos indígenas en Chile, es que se requiere tomar medidas sanitarias específicas; y también que frente a posibles brotes de coronavirus los planes de contingencia consideren y se adecuen a la situación específica de los pueblos indígenas, por ejemplo, en aquellas comunidades más aisladas localizadas en zonas cordilleranas, altiplánicas e insulares. Crucial desafío.
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