ECUAVISA/Ecuador.- La nacionalidad indígena Sápara, la más pequeña de las comunidades ancestrales en Ecuador y radicada en la Amazonía, informó este lunes que tiene a 69 personas contagiadas de COVID-19, si bien por el momento ningún deceso. En una rueda de prensa conjunta organizada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), en la que participó un representante del Ministerio de Salud, la comunidad dio cuenta del alcance de la pandemia en sus aldeas después de estos seis meses de aislamiento.
Las estadísticas que expusieron muestran que 69 miembros de la nacionalidad, que apenas cuenta con entre 500-600 personas, se han contagiado estos últimos seis meses pese a las medidas preventivas adoptadas para protegerla, entre ellas el completo aislamiento. Los sáparas se ubican en el este de la provincia ecuatoriana de Pastaza y una parte de sus miembros viven en el vecino territorio amazónico bajo jurisdicción peruana.
En sus comunidades y territorios reconocidos viven unas 1.600 personas, de distintas etnias. El Ministerio de Salud informó en la rueda de prensa que se han practicado en esa zona unas 300 pruebas rápidas y 170 PCR, con un total de 600 pacientes que han sido atendidos por distintas razones. Las brigadas médicas encontraron una alta prevalencia de enfermedades parasitarias y respiratorias ajenas al coronavirus, entre ellas faringitis y amigdalitis bacterianas. Asimismo, el Comité de Operaciones Wankavilka de Emergencia (COWE) brindó ayuda a las comunidades sáparas a través de brigadas médicas que atendieron a otras 245 personas y que durante sus 15 días de trabajo frente a la comunidad detectaron 32 casos de COVID-19 en las 125 pruebas PCR realizadas.
El COWE también realizó una campaña de «desparasitación» y entregó suplementos vitamínicos por la alta prevalencia de anemia en los niños. De todo el torno de la etnia, las autoridades han declarado comunidades libres de coronavirus a la de Masarramu, Jandiayacu, Nina Muricha, Tsitsanu Cuyacocha, Atatakunjia, Llanchamacocha, Ripano, Naruka y Akachinia. «La zona fría debe cuidarse para que no se registren casos, por eso recomendamos que se limite la movilidad», indicó Verónica Chávez, representante del COWE.
Y recordó que nadie debe entrar a ese territorio si no cuenta con una prueba PCR negativa validada por los líderes de la comunidad. Nema Grefa, presidenta de la nacionalidad, pidió al ministerio que instale dos puestos médicos en las comunidades de Conambo y Wiririma, dado que su céntrica ubicación permite el acceso desde las demás. El primer caso de COVID-19 se registró en el territorio sápara el 9 de julio, y dos semanas después se instauró allí el estado de emergencia y aislamiento. Para esta pequeña comunidad, la enfermedad es una amenaza existencial, porque el saber lo conservan los mayores y cualquier fallecimiento de alguno de ellos supone la pérdida de una historia y tradiciones de siglos. Lo mismo ocurre también entre las otras nacionalidades indígenas amazónicas, que hasta ahora totalizan 2.818 casos de contagio, 36 fallecidos y 52 decesos probables. Un 7% de los 17 millones de ecuatorianos se declara a sí mismos como indígenas, con una mayor concentración en la Sierra y en la Amazonía. EFE
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