PRENSALATINA/Brasil.- La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) denunció hoy ante el Supremo Tribunal Federal y las Naciones Unidas al presidente Jair Bolsonaro por mentir durante su discurso en la Asamblea General del organismo internacional.
Al intervenir este martes en la apertura del evento de la ONU, el mandatario ultraderechista acusó a los indígenas y a la población nativa por los incendios en la Amazonia, y aseguró que su gobierno implantó la ‘tolerancia cero’ contra los delitos ambientales.
En una nota, la APIB asegura que, al responsabilizar a las comunidades tradicionales por las quemas, Bolsonaro ‘consolida la mentira como política de gobierno’.
Alerta que el exmilitar distorsiona la realidad para vender la imagen de un Brasil que no existe y procura exonerar a su administración de cualquier responsabilidad en las acciones para combatir la pandemia y proteger el medio ambiente.
Para la APIB, la principal herramienta de Bolsonaro es la mentira y desde el comienzo de su mandato en enero de 2019 ha emitido 127 declaraciones falsas o distorsionadas.
Mintió cuando relativizó las causas de los incendios en el Amazonas y el Pantanal, y culpó a los pueblos originarios, desviando la responsabilidad de la deforestación criminal causada por los agricultores, precisa el comunicado.
Datos obtenidos por el sistema de monitoreo de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos muestran que el 54 por ciento de los focos de incendio en el Amazonas están relacionados con la deforestación.
En el Pantanal, la Policía Federal investiga granjas quemadas de manera criminal con la finalidad de convertirlas en pastos para la cría de ganado.
La articulación indica que ‘cada vez está más claro que el criterio del presidente para definir lo que es desinformación se basa en lo que es conveniente para su gobierno’.
Reitera que en su demanda enviada a la ONU advierte como el ministro de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno, y el gobierno de Bolsonaro acumulan ‘acusaciones intimidatorias contra nuestras acciones en defensa de los pueblos indígenas y esto es un intento indecoroso de criminalización’.
La entidad apunta, finalmente, que ‘teme por la seguridad de nuestros líderes, como Sonia Guajajara’, coordinadora del grupo que el año pasado denunció al gobierno ante las Naciones Unidas y en una gira por países europeos.
Según el último censo nacional, unos 900 mil brasileños se reconocen como nativos. Sin embargo, en las últimas décadas, los expertos aseguran que aumentó este número. Se trata de familias mixtas expulsadas de sus territorios a lo largo del tiempo y que ahora buscan recuperar su identidad colectiva.
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