MILENIO/México.- En Oaxaca, murió por covid-19 Fulgencio Sandoval Cruz, rostro del antiguo billete de 50 mil pesos y del de 100 pesos actuales, en los cuales caracteriza a Cuauhtémoc y Nezahualcóyotl. Indígena de la etnia triqui, se hizo famoso al aparecer en 1975 en los billetes de 50 mil pesos de aquella época, que fueron impresos por el Banco de México (BM), como parte de un reconocimiento a los pueblos originarios de México.
Fue empleado y funcionario federal en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS- Coplamar) y del Colegio de Bachilleres (Cobao), también fue profesor y al jubilarse terminó su vida a lado de su última esposa cosechando plantas nativas y orquídeas en su pueblo natal, San Andrés Chicahuaxtla. Te recomendamos Hombre de 80 años termina la preparatoria en Oaxaca; busca ser profesionistaEndemismo.
Arte Contemporáneo y la Biósfera de Oaxaca A base del esfuerzo y la dedicación se abrió paso en la vida profesional por mérito propio, promovió el uso y tradición de las artesanías populares, de la mano de su hermano Marcos Sandoval, cuando fue director del Museo Nacional de Arte Popular en el año 2004. Marcos sandoval su hermano, lo recuerda como un hombre sencillo y humilde, que vestía huaraches y usaba ropa típica y cargaba un tenate para acudir al mercado. En los recuerdos de su infancia, dijo que Fulgencio aprendió a vivir en el entorno de su comunidad, cuidando sus animales de granja, y disfruto su infancia alegre, además de que como joven fue emprendedor y entusiasta y jamás dejó de luchar por cumplir sus sueños e ideales.
La Fama Según relato de su hermano Marcos Sandoval, en el año de 1975 cuando Fulgencio acompañó a su padre a la Ciudad de México, a un encuentro de Pueblos Indígenas, en los tiempos del ex presidente Luis Echeverria, el fotógrafos de la Casa de Moneda, hoy Banco de México, captaron en una fotografía parte de sus rasgos fisonómicos que después utilizaron como la imagen de Cuauhtémoc que apareció impresa en los billetes de 50 mil pesos, que era la denominación más alta en la moneda nacional en ese tiempo.
“En esos tiempos algunos del gobierno se empezaron a interesar por la existencia de los pueblos indígenas y como que había gente que quería crear una figura institucional donde se pudieran expresar y encauzar muchas de las cuestiones indígenas y fue que crearon los consejos supremos y una de las primeros que se hizo fue un consejo en Pátzcuaro Michoacán en 1975″, dijo Sandoval.
“Mi papá fue como representante de la etnia triqui con gente de la región y entre ellos iba mi hermano y lo que supimos luego, fue que les tomaron algunas fotos a Fulgencio y nunca nos imaginamos lo que iba a pasar después”, agregó. “Resulta que le dijeron que los que le tomaron fotos, eran de los de la Casa de Moneda y que utilizaron la imagen, en el billete de 50 mil pesos, pues plasmaron su cara con el rostro de Cuauhtémoc y era algo que llamaba la atención y no dejaba de ser una especie de reconocimiento a los pueblos indígenas, por que se busco la cara de una persona con ascendencia étnica, a través de sus rasgos estaban muy marcados en ese sentido y pues ello permitió que apareciera en el billete y nos hizo pensar y decir, si se fijan en nuestras caras, por que pareciera que en esos años a México solo les gusta las caras mestizas”. Pero según Marcos Sandoval, Fulgencio, a pesar de esta historia, no le afectó, ni vivió de esa fama, por que hizo su vida a base de su esfuerzo personal terminando sus estudios y preparándose para ser cada vez mejor, por que fue gran admirador de Benito Juárez, y quiso replicar su historia, salir de su pueblo natal y triunfar a base de cursar una carrera profesional en la universidad.
“A él no le afectó, ni vivo de la fama, después de que su rostro apareció en los billetes de 50 mil pesos, para él fue un hecho aislado, porque él estaba dedicado a su estudio y después a su trabajo, en el IMSS, donde abrió clínicas rurales. Tampoco vivió de los grandes lujos, ni en la abundancia, fue un hombre honrado, que al jubilarse se regresó a vivir a Chicahuaxtla donde se dedicó a trabajar la tierra y cosechar flores”. Antes se había casado y divorciado de su primera esposa con quien procreó 7 hijos, unos que radica en Tlaxiaco y otros más en Michoacán, todos tiene diferentes profesiones, una es abogada, otra ingeniera agrónoma, otra es contadora y el resto son profesores.
“Su legado para nosotros, es su gran amor por nuestras tradiciones y cultura y su pasión por preservar la naturaleza”. Su encuentro con María Sabina Una de las grandes anécdotas en la vida de Fulgencio Sandoval, fue su encuentro con María Sabina, la sacerdotisa de los hongos alucinógenos, a quien conoció cuando la trasladó, del aeropuerto de Oaxaca al municipio de Huautla de Jiménez, donde en el viaje, le predijo que iba a vivir mucho tiempo. Fulgencio Sandoval, murió a los 72 años por complicaciones de covid-19, “padecia diabete y ello causó que no logro escaparse del coronavirus, le ganó la enfermerdad. En el relato de su última esposa, Lidia, Fulgencio al presentar los síntomas por el covid-19, buscó ser atendido en el IMSS, pero fue canalizado al hospital militar de Oaxaca, donde dejó de existir.
“A mi me quedó una duda, por que según me lo iban a entregar el lunes, que ya estaba mejor, pero de repente me reportaron que ya se había puesto mal, que ya no aguanto su corazón, y estoy muy confundida por que no se que lo que pasó… ¿Si en realidad era covid, o no ?, porque según ya me lo iban a entregar, porque me dijeron que su pulmón ya se había desinflamado, pero no que se lo que pasó de un día para otro, se le complicó la enfermedad”, narró. Lidia aún no sabe si contrajo la enfermedad.
“Los médicos me dijeron que también me contagie, porque yo estuve con él, me dijeron que en una semana me iba a empezar a enfermar, pero me dieron medicamento y ya no sentí ningún malestar, que apenas me iba a empezar más fuerte según, pero aún no siento nada, y eso es lo que me confunde, por que yo no sufri como el”. Fulgencio Sandoval terminó siendo cremado y sepultado con discreción, sin grandes funerales, ante la etapa del confinamiento preventivo, en el panteón de su pueblo a lado de su madre. En su hogar, solo quedó una ofrenda, con tres velas encendidas con fotos de Fulgencio en su etapa madura y a un lado el cuadro enmarcado con su imagen en un billete de 50 mil pesos.
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