Los pueblos indígenas son ejemplo de resiliencia frente al COVID-19

Publicado: 30 Sep, 2020

ACAMAYA/México

Ante la crisis sanitaria los pueblos indígenas fortalecen sus redes de apoyo y recurren a la medicina tradicional. A pesar del rezago histórico que viven, son ejemplo de resiliencia frente a la pandemia.
La desigualdad, la pobreza y la discriminación son factores que ponen en una mayor vulnerabilidad a los pueblos indígenas, sinembargo los indígenas migrantes regresan a sus comunidades, precisamente, en búsqueda de estas redes de apoyo para protegerse del COVID-19.

A pesar de las adversidades que hoy enfrentan por el COVID-19, estos pueblos han buscado sus propias soluciones a través de conocimientos y prácticas tradicionales.

En este interesante texto de Gabriela Ortiz y con fotografía de Karen González, publicado en la página de la Universidad Autónoma de Nuevo León en agosto, se menciona que hoy más que nunca resulta importante salvaguardar a estos pueblos que pueden enseñar mucho sobre cómo reequilibrar nuestra relación con la naturaleza y reducir el riesgo de futuras pandemias.

La Organización de las Naciones Unidas reconoce que, gracias a sus conocimientos tradicionales y su relación con el mundo natural, los pueblos indígenas saben desde hace tiempo que la degradación del ambiente tiene el potencial para desencadenar enfermedades.

Para las comunidades indígenas no existe condición que les impida trabajar en conjunto. Frente a la pandemia generada por el coronavirus, los grupos étnicos se han unificado a través de redes de apoyo para salir adelante, así lo explicó de manera puntual María de Jesús Ávila Sánchez, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IINSO) de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas precisó que los grupos indígenas se rigen sobre una filosofía de comunalidad, “que trata de una serie de estrategias que define cada comunidad respecto cómo repartir los bienes, cómo regular el tema de riquezas”.

Cita el libro titulado “Eso que llaman comunalidad”, del intelectual zapoteco Jaime Martínez Luna en el que expresa: “Somos comunalidad, lo opuesto a la individualidad, somos territorio comunal, no propiedad privada; somos compartencia, no competencia; somos politeísmo, no monoteísmo”.

En la publicación destacan que los indígenas migrantes han vuelto a sus comunidades, precisamente, en búsqueda de estas redes de apoyo para protegerse del COVID-19. A través de la solidaridad colectiva, los migrantes regresan con el fin de sentir la fraternidad de su grupo y enfrentar la pandemia.

“En este momento los migrantes se están quedando sin trabajo, se están quedando en situación de precariedad en las ciudades y están volviendo a sus comunidades. Finalmente son ciudadanos porque no han roto su lazo con su comunidad de origen, con la cual ellos se sienten protegidos”, expresó la doctora Ávila Sánchez.

Mencionan también el estudio “Los pueblos y comunidades indígenas frente al COVID-19 en México” en el que la asociación Serapaz A.C., junto a otras 14 organizaciones civiles, pone acento y atención en que, a pesar de ser uno de los sectores más vulnerables de la población mexicana, los jornaleros y jornaleras indígenas migrantes no está consideradas en ningún programa o dependencia de gobierno.

La medicina tradicional ha estado presente desde la época prehispánica en pueblos indígenas, y durante la contingencia han recurrido a ella para atender los síntomas del coronavirus.
Se está reconociendo como un asunto de autonomía y libre determinación que la medicina alópata también pueda reconocer esta medicina tradicional y haya un respeto a este conocimiento ancestral.

Este y otros interesantes reportajes pueden leerse completos en https://puntou.uanl.mx/tema/salud/

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