VOZDETARIJA/Bolivia.- Tal como se había presentado en la primera presentación del reportaje de Los «remedios» caseros contra el coronavirus, más mitos que verdades, se expondrán a los médicos naturistas que se encuentran promocionando una muy variada gama de remedios naturales que según mencionan pueden contrarrestar el contagio de coronavirus aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) solo reconozca el distanciamiento social, barbijos y el uso de alcohol en gel.
Este sector precisa que no tienen una solución a la enfermedad, sino que esta medicina, reconocida por el Estado boliviano, se aboca a la prevención a la contaminación desde los hogares, a través de alimentos esenciales y plantas medicinales que fortalecen el sistema inmunológico y de plantas medicinales naturales antivirales.
De este análisis surgen, por ejemplo, el uso exitoso de plantas para el sistema inmunológico, como la cañahua, algarrobo, asaí, paquió, graviola; o las combinaciones de plantas y frutos, como la naranja, el kiwi y el polen; el limón, la miel y el jengibre. También figuran la cebolla, el ajo, el limón y la miel.
Además, existen los antivirales, como el romero, la wira wira, el eucalipto, la lampaya, el ayrampu, entre muchos otros que se producen en el altiplano, los valles y el oriente boliviano. Se puede tomar como infusión o como método de vaporización de los ambientes.
“Hemos estado estudiando el proceso del funcionamiento del Covid-19 y cómo se lo puede combatir, a parte del lavado de manos. En Bolivia, el uso de la medicina tradicional es amplísima que durante siglos han curado muchas enfermedades, como el paludismo, que la ciencia no curaba. Hubo un avance en la medicina tradicional pero que las grandes empresas se han llevado el fruto. En el país está latente en la sabiduría popular el uso de las hierbas medicinales”, señaló Julio Peñaranda, a quien los pueblos indígenas los llaman “el doctor Raya”, porque cura los pulmones con aceite de raya.
Mientras la gran mayoría de la sociedad se refugia en sus casas en medio de la cuarentena que decretó el Gobierno interino, las comunidades autóctonas recurren a sus saberes antiquísimos para blindarse ante el virus: la milagrosa hoja de coca, el eucalipto y las hierbas.
A falta de evidencia científica que pruebe su efectividad contra el Covid-19, los médicos advirtieron a sus pacientes que no dependan de estos remedios. Hay que recordar que el Senado boliviano aprobó una moción para promover el uso de la medicina tradicional, para prevenir la enfermedad.
«Tenemos una inmensa variedad de plantas medicinales de diferentes categorías ecológicas. El mensaje que queremos transmitir es que la población boliviana retome el consumo (de medicina tradicional) nuevamente porque esto fortalece el sistema inmunológico y previene contra una variedad de enfermedades, especialmente el coronavirus», expresó Felipe Quilla, ministro adjunto de Medicina Tradicional.
¿Y cómo cambió la dieta de los tarijeños?
Antes de la pandemia del coronavirus, la gente que visitaba el mercado Central solía buscar productos básicos como lechuga, tomate y cebolla, además de condimentos en sobres, pero la situación ha cambiado. Ante la necesidad de proteger su salud, las amas de casa ahora buscan más cítricos, verduras oscuras y cereales.
Atrás quedaron los tiempos de la lechuga, doña Yolanda Tórrez, que regenta el puesto de verduras número 13 en el Mercado Central, contó que luego de algunas semanas de iniciada la pandemia del coronavirus empezó a vender determinados productos, especialmente el apio y la espinaca que son los más buscados.
Entre las verduras que ofertaba se encuentran la papa, cebolla, tomate, la acelga, el perejil, que, si bien los llevan, ya no es con la frecuencia que sucedía antes de la emergencia sanitaria.
“En cuestión de tubérculos, la zanahoria desplazó a la papa, también la venta de yuca repuntó. “Ahora la gente piensa más en llevar verduras oscuras, espinaca, apio, perejil, pepino y jengibre, también se vende mucho el limón y ajo como remedios caseros”, detalló.
Entretanto, doña Encarnación Daza, del sector de frutas del mercado de Entre Ríos, sostuvo que la balanza de preferencias se inclina hacia los cítricos, mandarinas, naranjas y limones, gracias a sus propiedades preventivas por la vitamina C.
También buscan kiwi y bananas, pero en general el mercado está vacío y las ventas bajaron mucho, se quejó. Apuntó que esto sucede porque muchas vendedoras ofertan los mismos productos en las calles que rodean el Mercado Central, pero que no adoptan las medidas de bioseguridad que sí cumplen las que tienen puestos, además que se atiende con la respectiva distancia.
Miguel era un vendedor ambulante que ofrecía en su carrito a mano pastillas de menta, miel, cereales acaramelados, maníes salados o achocolatados, pero ahora cambió su mercadería por los cereales. Ahora ofrece productos como maíz, chanca (mote triturado), trigo, quinua, comanda, api, maíz para pipocas, distribuidos en bolsas de 5 y 10 bolivianos.
Contó que tuvo que cambiar de artículos por los que más busca la gente en este tiempo, se dio cuenta de que lo que más sale es el trigo, las lentejas, el maní crudo y la linaza, por sus propiedades que fortalecen la inmunidad y “especialmente las pipocas que llevan cuando hace frío”, agregó.
Martha, que es una vendedora que ofrece ajo y jengibre en una de las aceras de la calle Sucre, al frente del Mercado, contó que le ha ido bien, porque son productos demasiado buscados por las personas, aunque observó que empezó a tener mucha competencia, ya que otras comerciantes empezaron a imitarla.
Mario López, cuyo puesto de abarrotes queda en el ingreso al Mercado, frente a la Caja Nacional de Seguridad Social (CNS), contó que los precios bajaron porque no hay mucha demanda, de todas maneras, la gente lleva lo que necesita, ya no papas fritas o carbohidratos, sino que busca chía, sésamo, lentejas, garbanzos y chanca.
“Antes de la pandemia llevaban lo que pillaban, lo que sea, pero ahora se ha puesto de moda los alimentos naturales, yerbas, mates, ahora todo piden natural”, agregó.
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