Mujeres ante la pandemia en el Municipio de Ixcan en el departamento del Quiché, Guatemala

Colabora: Administrador

Publicado: 18 Nov, 2020

Escrito por Domingo Hernández Ixcoy

Ixcan es un Municipio que colinda con el Estado de Chiapas México, las comunidades tienen menos de 100 años que comenzaron a poblar este lugar, al principio son familias que llegaron de distintas regiones ante la escases de tierras para el cultivo de alimento en sus lugares de origen, en ésos años se conoció como la colonización del Ixcan.

Está poblado en su mayoría de ascendencia maya y de habla castellano lo que hace de este municipio que tenga una gran riqueza cultural, riqueza de conocimientos ancestrales que se combina con el pensamiento actual. Como también cuenta con una riqueza hídrica y de flora y fauna, aun se escucha el ruido de los saraguates por las noches a pesar de la tala de montañas, aún se ven volar las aves como el Tukan, la Guacamaya, entre otras.

Como también es una región que fue golpeada fuertemente durante el conflicto armado interno que duro 36 años, producto de la política de contrainsurgencia que se conoció como “Tierra Arrasada” que se tradujo en masacres, desapariciones, destrucción de cooperativas, situación que obligó a miles de personas a refugiarse en las montañas por varios años que adoptaron el nombre de CPR (Comunidades de Población en Resistencia) y otras comunidades cruzaron la frontera buscando refugio creando los primeros campamentos de refugiados en México.

Después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, entre guerrilla y ejercito aparentemente comienza a recuperar la vida comunitaria aunque este proceso aun no termina, ya que hay muchas personas que siguen buscando familiares, aún permanecen cementerios clandestinos testimonios vivos de ése flagelo y sin haber superado las secuelas de la guerra se abre otra etapa de conflicto, la invasión de empresas transnacionales promoviendo la siembra de palma africana, la presencia del narcotráfico en la zona por ser parte estratégica en la conexión con México y como es una región de mucha riqueza naturales es apetecida para los proyectos de hidroeléctricas y la explotación petrolera.

Con esta descripción de la región a continuación trasladamos una conversación con Milda Rufina Quip Tzalam. Del pueblo Maya Keqchi, es Joven y lideresa comunitaria.

Lo que se hizo en tiempos de Pandemia

Quiero dar a conocer que en este lugar somos la mayoría de los pueblos indígenas y somos mayoría del pueblo K’eqchi, convivimos 13 pueblos con diferentes costumbres e idiomas, cuando se iniciaron las primeras medidas en contra de la pandemia, nos preocupó bastante y sentimos miedo ante una situación que nunca habíamos visto, también nos dimos cuenta que corríamos el peligro que puede llevar a dividir nuestras comunidades  por las medidas a tomar, al principio habían diferentes análisis e interpretaciones algunas objetivas y otras subjetivas.

Frente a esto empezamos a recuperar las formas que nos ha caracterizada para resolver los problemas en la comunidad, juntamos nuestras palabras, proponiendo alternativas de organización y de medidas sanitarias acorde a la región donde vivimos para consensuar las acciones a impulsar usando diferentes mecanismos para la comunicación que nos permite estar informados y mantener la unidad comunitaria.

Nos preocupó bastante el estigma que estaba tomando fuerza en rechazo a las persona de fuera, en especial a los comerciantes, son los que traen los productos que no producimos aquí, nos dimos cuenta que estábamos tomando medidas que nos estaría afectando, los comerciantes juegan un papel determinante en nuestra vida comunitaria y esta valoración nos dio la razón para levantar o flexibilizar las restricciones en las comunidades, pero guardando siempre las medidas como: el distanciamientos, el uso de mascarillas y lavarse las manos como medidas de prevención ya que estamos conscientes que la pandemia es cosa seria.

El otro problema fue el estigma en contra del migrante que se miraba como portador de pandemia en especial lo que regresaban de los Estados Unidos, pero fuimos creando conciencia, respecto a que las personas que migran contribuyen con las remesas para la prosperidad de nuestras comunidades, por eso teníamos que darle otro trato y una mayor comprensión para que no se violente los derechos de las y los migrantes garantizando el derecho de juntarse con su familia.

Los primeros pasos que dimos fueron comenzar a fortalecer la solidaridad entre familias y comunidades, recuperando la practica del trueque para el intercambio de nuestros alimentos, también fue de gran ayuda escuchar la sabiduría de nuestras ancianas y ancianos que son los principales conocedores la vida comunitaria y de las propiedades de las plantas medicinales que nacen de forma natural incluso en el patio de nuestras casas, como el jengibre, la canela, el te de limón, la manzanilla, entre otras plantas y empezamos a consumir para reactivar nuestras defensas.

Si bien es cierto que algunos se han enfermado, pero han logrado salir adelante gracias a las plantas naturales, los que han optado ir a los hospitales desafortunadamente ha veces han perdido la vida ya que tratan de curarlos con pastillas entre las mas conocidas como el acetaminofén. En cambio, nuestras abuelas y abuelos antes de corta la planta medicinal platica con ellos para asignarles la misión que deben cumplir, esto no se puede hacer con pastilla ya que no escucharía.

Junto con esto hemos profundizado el valor que le damos a la madre tierra desde los pueblos indígenas, escuchando a nuestras abuelas y abuelos que nos vienen ampliando el concepto sobre la madre tierra. “es nuestra madre porque nos da la vida, nos alimenta, nos cura, el Abuelo Sol, mantiene el calor en las plantas y también en nosotros).

Papel de las mujeres frente a la Covid-19

Las mujeres nos involucramos de lleno a preparar y consumir las plantas medicinales como medidas de prevención, visitar a otras mujeres de otras comunidades para intercambios de conocimientos es decir entre todas podemos ir recuperando formas de enfrentar la pandemia, ir expandiendo nuestras ideas que, si podemos salir adelante, generando confianza ya que la mentalidad negativa no ayuda a salir adelante.

Con la llegada de la pandemia y la imposición del confinamiento nos dimos cuenta que tenemos una ventaja de vivir en el campo pues contamos con espacios mas amplio, pero sobre todo sembramos nuestro maíz y frijol alimentos principales, es diferente a la vida urbana que conviven en espacio mas pequeños, me refiero al pueblo empobrecido ya que los ricos cuentan con mansiones, piscinas, espacios para practicar todo tipo de deportes.

También quiero compartir que en esta pandemia estamos recuperando varios elementos de nuestras identidades, conocimientos y sobre la practica de nuestra espiritualidad maya que nos ayuda a enfrentar y entender los problemas, ya que las personas que se enferman acuden con nuestras ancianas y ancianos, como ellos manejan las energías, según nuestro calendario maya cada persona tenemos energías diferentes pero son complementarios, para curar una persona buscan su Nawal y cuando llega el días de su Nawal se realiza ceremonia se invocan las fuerzas de la naturaleza, las montañas, los ríos y las fuerzas de nuestros ancestros para que reactiven la energía del enfermo. Esto forma de curarnos forma parte de nuestra cultura y nuestra identidad y seguramente estos conocimientos de nuestros pueblos han enfrentado varias adversidades durante su historia.

Todo el quehacer comunitario, para nosotras es enseñar aprendiendo, corregir y aceptar errores es lo que hemos aprendido de las abuelas y abuelos. A veces la sociedad criminaliza el conocimiento ancestral o criminalizan a las abuelas y abuelos entendemos que esto comenzó desde la época colonial, ahora los jóvenes se están dando cuenta que existe una sabiduría milenaria que hay que conocerla y respetarla.

En estos intercambios nos fuimos dando cuenta que el confinamiento estaba provocando violencia de diferentes manifestaciones hacia las mujeres y desde ahí empezamos a romper el silencio denunciando ante las autoridades comunitarias, empezamos a decir que la mascarilla no nos tape la boca, que la mascarilla no esconda los moretones que genera la violencia en el hogar. Con nuestras acciones de denuncia rompimos la impunidad, el miedo que genera la violencia, aunque dejando claro esta situación de violencia no se da en todas las familias, pero estamos atentos para no permitir que sea violentado los derechos de las mujeres.

Con el conocimiento de nuestras abuelas y abuelos seguimos en resistencia y es mas somos pueblos que con nuestro pensamiento y nuestra forma de ver y convivir con el mundo podemos decir que somos garantía de vida, porque tenemos organización, cultura, economía, historia y somos fieles defensores de los derechos de la madre tierra por eso consideramos que nuestro conocimientos se debe dar a conocer en diferentes espacio para que la sociedad tenga una educación y comience a recuperar su relación con la madre tierra.

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